No se trata de “reinventar la rueda”, en lo que respecta al papel del sindicato en la sociedad, sino de procurar esclarecer algunos criterios muy actuales y de moda, referente a ese papel de dicha organización, en los procesos de cambios que se están desarrollando en este continente y cuando hay un retorno creciente de las luchas revolucionarias en todo el mundo.
No haremos un tratado ni nada que se le parezca sobre el papel del sindicato y el partido pues al respecto el gran Lenin nos da señales, como producto de su práctica concreta como líder revolucionario ruso, que estuvo desde el comienzo de las luchas, políticas y sindicales en la revolución en 1905 hasta la culminación y el triunfo de la revolución, en octubre del año 1917, donde él y sus compañeros a la cabeza del proletariado ruso, toman el poder con las armas para instaurar la Revolución bolchevique, que significó el hecho más importante del siglo XX.
A partir de ese momento la historia del mundo cambió para siempre, pues quedó demostrado que es posible que los trabajadores, junto a sus organizaciones,con experiencia clasista y conciencia revolucionaria y con un partido marxista leninista, era posible “tomar el cielo por asalto”.
Para apuntar al tema sobre la neutralidad del sindicato, invento de los conciliadores de clase, Lenin nos recuerda en su obra ¿Qué Hacer?, que si es necesario, hay que hacer pactos, convenios, alianzas en bien del objetivo del movimiento, pero esto de ninguna manera quiere decir hacer “concesiones de principios ni teóricas”. Y acota algo muy importante que hasta hoy día la burguesía y su amo el imperio, lo siguen usando como caballito de batalla, sobre esa supuesta neutralidad del sindicato y dice: “siempre se empeñan en hacer lo imposible por alejar haciendo uso de ese neutralismo a la clase obrera del socialismo”. Es bueno reiterar que aquí Lenin se refería, y nosotros también para estar de acuerdo con él, al socialismo marxista científico y revolucionario. Por que al imperio y su burguesía, poco le importa otro tipo de socialismo como por ejemplo, socialismo a la española de los Zapateros u otros que se los puede meter en la misma bolsa.
Lenin con esa rica experiencia acumulada, sostiene que el sindicato debe ser parte importante del partido y de las luchas revolucionarias, y considera que esas masas deben ser ganadas por el partido. Cuando hablaba de ser ganadas por el partido, se refería al trabajo en las bases y a la necesidad de ser partes consciente de ese partido de los trabajadores y sus aliados con sus principios marxistas.
El hombre es un ser social, siempre se agrupó en sociedad para luchar y subsistir contra la naturaleza y luego en contra de sus enemigos ancestrales y después sus enemigos actuales, en ese largo camino de la historia de la humanidad, ha sido una permanente lucha entre clases.
Desde que aflora la burguesía al lado de la aristocracia terrateniente, desde la implantación de la gran industria en 1815 en Inglaterra, “la lucha giraba en torno a las pretensiones de dominación de estas dos clases” sostiene Engels y añade que “para entender la historia de Francia desde la edad media y desde 1830, en ambos países se reconoce como tercer beligerante, en la lucha por el Poder, a la clase obrera, al proletariado” y “aquí nace la fuerza propulsora de la historia” es decir la antípoda de la burguesía y de su sistema.
La clase obrera comienza a escribir con sus luchas grandes epopeyas históricas, que le vienen costando demasiada sangre y luto en defensa de sus intereses de clase y el aporte importantede su trabajo, al desarrollo de la humanidad.
Para beneficio de esa clase obrera, Marx y Engels, lograron gracias a su experiencias y estudios, demostrar científicamente de que el sistema capitalista, se asienta en la explotación del hombre por el hombre y entregan al mundo una nueva teoría, producto de su practica revolucionaria, junto a los movimientos obreros de la época, que se convierte en la guía para la defensa de esa clase obrera explotada por el capital, llamada acertadamente el Marxismo.
Hasta que aparezca está teoría del marxismo, los movimientos de luchas obreras y campesinas si bien muy importantes, pero estaban mayormente signados por la espontaneidad en la necesidad de luchar sólo por sus intereses inmediatos, ya que los socialistas utópicos iban por un lado y los obreros por otro.A falta de un horizonte revolucionario de clase para sí,Lenin es claro al respecto y dijo que: “el tradeunionismo, implica precisamente la esclavización ideológica de los obreros por la burguesía”.
Para aterrizar en lo que nos ocupa concretamente hoy, diremos que la ideología del sindicalismo revolucionario junto al marxismo, no la trajo a esta parte del mundo ni Cristóbal Colón ni sus huestes, sino fue a través de la emigración europea entre los años 1870 a 1880, que se dio por causas económicas ante la expectativas que causaban los Estados de esta parte del mundo y que ya eran parte de la explotación y saqueo sistemático de sus recursos naturales por las clases dominantes de aquí y de allá.
No es una casualidad, sino que es una realidad, que a partir de esa etapa comienzan a organizarse los trabajadores en nuestros países, especialmente con influencia del “Manifiesto del Partido Comunista” de Marx y Engels en 1847, que comenzó a dar las primeras luces para que las luchas de los movimientos que ya existían a la época, tomen un rumbo diferente, para consolidarse a comienzos de la primeras décadas del 1900, con el nacimientos incipiente todavía de importantes organizaciones clasistas y revolucionarias, que luego se forjaron en la práctica cotidiana de la lucha, gracias a la labor del anarquismo, el marxismo y después el trotskismo, todos con una alta contribución a la trasmisión del conocimiento para cimentar la consciencia en las filas de los movimientos proletarios y campesinos en el continente.
Tenemos que estar bien claros que para la burguesía, su principal enemigo de clase, es el proletariado, los trabajadores y sus aliados naturales los campesinos, por que ellos son quienes tienen el poder de cambiar la sociedad, sólo que a veces no se dan cuenta ellos mismos de ese poder, o porque están influenciados por tendencias de neutralidad o amarillismo sindical, que favorece completamente a su enemigo de clase la burguesía.
Otras veces también ese poder sindical se perjudica cuando se interpreta caprichosamente, ante esto Lenin llamó al sindicato, para ser parte o correa de trasmisión del partido. Pero eso quizás eso es más factible cuando ya la clase obrera es hegemónica en el poder con un partido revolucionario y marxista, a ese tipo de partido se refería Lenin y no a otros partidos, progresistas o reformistas en procesos que están desarrollándose aun en pleno sistema capitalista.
La interpretación oportunista de este legado del marxismo sobre el sindicato y el Partido, ha traído toda una serie de malas experiencias a los trabajadores y una de ellas, es causa de la falta de lucha unitaria de los movimientos, lo que perjudica su accionar, no solo de hoy día sino de antes también. Cada partido quiere tener su propio sindicato, de ahí es que en nuestra América casi en todos los países, existe más de una central sindical y la mayoría de ellas se reclama revolucionaria, aparte de algunas centrales que son feudos de la derecha.
La excepción y como ejemplo sobre este punto, siempre fue Bolivia que tiene hasta ahora, una sola central sindical, que reúne en su seno a todos los explotados del país (siempre subsisten los afanes por atomizarla). Desde 1952, La Central Obrera Boliviana, cuyas bases principales son los Mineros, fabriles, campesinos, petroleros y todas las demás organizaciones proletarias del país, y salvo que este mal informado, es una de las pocas organizaciones sindicales revolucionarias que tienen una tesis política verdaderamente revolucionaria (tesis que durante el tiempo del neoliberalismo y hoy, está llena de polvo) aprobada en congresos nacionales,la “tesis de Pulacayo” propuesta por el sector minero.
Es una tesis Antiimperialista, en contra del sistema capitalista y por la construcción de un gobierno de los trabajadores, sin descartar ningún método de lucha. Pero al mismo tiempo reconoce las realidades concretas, cuando existen gobiernos progresistas y reformistas que se proponen hacer cambios dentro del sistema capitalista, la tesis sostiene que hay que apoyar toda medida que vaya en beneficio de las mayorías nacionales, y sobre todo que apunten en las perspectivas de las reivindicaciones políticas de los trabajadores, por la transición hacia un gobierno verazmente socialista y revolucionario, así como también rechazar toda medida que vaya en contra de los excluidos y de sus intereses históricos, y de políticas que favorezcan al capitalismo.
Esa es una verdadera independencia clasista de un sindicato revolucionario, como organización, amen de que sus miembros puedan ser miembros de cualquier partido político revolucionario, por que hay que reconocer que en el sindicato hay miembros que pertenecen a partidos de derecha nos guste o no, pero es una realidad que se da cuando estamos viviendo dentro de los moldes del sistema capitalista y existe permanentemente una lucha de clases.
Por eso se llama sindicato y no partido político, aunque haga política. Porque en un Partido político revolucionario, solo acepta y se inscriben, los más conscientes ideológica y políticamente, esa es la principal diferencia con el sindicato donde todo trabajador puede pertenecer voluntariamente.
Me imagino que cuando el compañero Presidente Evo Morales reclama que la COB no sea parte y apoye incondicionalmente a su gobierno, señalándoles que eso de ser neutral, es lo que sostienen los sindicatos amarillos. Si fuera así, habría que disolver las 6 Federaciones de cocaleros del trópico de Cochabamba, sindicatos que poco tienen de ser marxistas leninistas, pero son fundadores y parte importante del Partido de gobierno,y que se conviertan en Federaciones de cocaleros del Movimiento al socialismo (MAS).
No, creo que ese no es el objetivo, el sindicato es un instrumento revolucionario de los trabajadores, que“organiza la lucha de clase del proletariado”, y en estos procesos que estamos viviendo es muy importante su independencia clasista y revolucionaria, con posiciones claras de saber diferenciar al amigo del enemigo de clase, pero eso si, con una conducción proletaria representativa y con el apoyo democrático de las bases.
Cuando el proletariado tenga la hegemonía de clase en el poder, discutiremos hasta donde debe llegar la independencia clasista del sindicato, que lo decida la realidad concreta. Creo que hasta donde exista la lucha de clase, debe seguir existiendo el sindicato con independencia clasista y revolucionario.
Es correcto y lícito que cualquier corriente o partido político, haga trabajo en las bases para ganar influencias en los sindicatos, pero afanarse, hasta llegar a la división porque la organización sindical sea un apéndice, de algún partido de gobierno en cualquier parte, es mutilar el amplio cometido de un sindicato revolucionario.
José Justiniano Lijerón
Ex dirigente de la Central Obrera Boliviana (COB)