(Prensa Latina)
Fausto Triana, enviado especial
Copenhague, 13 dic (PL) El temor está latente y la memoria pasa revista a decenas de cumbres que tienen lugar cada año en el mundo con resultados ambiguos y formales en su mayoría, un lujo que puede hacer naufragar al clima en Copenhague.
Vuelve a ponerse de manifiesto aquí, seis días después del inicio de la Conferencia de las Partes de Naciones Unidas sobre el calentamiento global (COP15), el conflicto Norte-Sur y las asimetrías en compromisos y alcances.
Las pistas más concretas, si bien con el deseo de imprimirles optimismo, parten de la propia ONU y de su responsable máximo para el cambio climático, Yvo de Boer, quien ahora apuesta por acuerdos de inmediato cumplimiento, sin compromisos políticos vinculantes.
De todos modos, tuvo frases lapidarias en su encuentro más reciente con la prensa al comentar que "miles de personas presionan, como demuestran las manifestaciones en todo el mundo para pedir una solución al cambio climático".
Admitió que hace falta más generosidad en el capítulo de la financiación por parte de los países ricos para mitigar los efectos destructores del calentamiento global y remarcó que no bastarán las buenas intenciones.
Thomas Stocker, director del grupo científico del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, siglas en inglés), subrayó que los recortes de emisiones en gases contaminantes que se negocian aquí son claramente insuficientes.
El IPCC advirtió que si se permite que las temperaturas promedio suban más de dos grados centígrados por encima de los niveles preindustriales, podría darse un daño general muy grave.
En el borrador oficial del acuerdo que llevaría tal vez el nombre de Protocolo de Copenhague, prevé limitar los termómetros de 1,5 a dos grados centígrados, algo que ocasionaría daños a los pequeños estados insulares, temerosos de ser borrados del mapa.
Igualmente, se pronuncia por un segundo período de compromiso bajo el Protocolo de Kyoto, boicoteado por Estados Unidos. No expresa líneas precisas en torno a la financiación ni tampoco señala una fecha para un tratado político vinculante.
Aunque la presencia del mandatario estadounidense, Barack Obama, despertó nuevas expectativas en la COP15 para el segmento de alto nivel junto a otros 119 jefes de Estado o Gobierno, Washington parece lejos de convertirse en el salvador de la cimera.
Tampoco lo demostró la Unión Europea (UE) que no pasó del 30 por ciento de reducción de emisiones de gases de invernadero hacia el 2020, en la línea del "wait and see" (esperar y ver) como si se tratase de un espectador del problema, como dijo el G77.
No obstante, China, que ya adelantó una disminución de CO2 del 40 al 45 por ciento, calificó de buen primer paso la decisión de la UE de destinar dos 400 millones de euros anuales a la mitigación de los efectos del cambio climático en los países pobres.
"Con independencia de la cifra en sí, celebramos que se haya tomado una decisión respecto a la financiación a corto plazo. Como primer paso, es positivo", recalcó el jefe de la delegación china en COP15, Su Wei.
Rockultural...El único milagro para que dejen de contaminar estos asesinos sería que estén tras las rejas.
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