martes, 19 de enero de 2010

Prevalece lucha por la vida bajo los escombros en Haití

(Prensa Latina)
Escrito por Enrique Torres, enviado especial
Por Enrique Torres, enviado especial
Puerto Príncipe, (PL) La llegada de la pequeña Karla Lexandre al Hospital Universitario de la Paz, en esta capital, reavivó hoy las esperanzas de grupos de rescate de encontrar más personas con vida bajo los escombros, luego de seis días del terremoto.

Expertos de varios países habían dado casi por esfumadas las posibilidades de hallar sobrevivientes debajo de las montañas de edificaciones desechas por el devastador sismo, que según algunas fuentes arrasó de manera total con el 60 por ciento de la urbe.

La pequeña fue atendida por un equipo de médicos cubanos que labora en ese centro local de salud, ahora operado por galenos de cinco países que atienden a la población afectada.

En declaraciones a Prensa Latina, la doctora Gladis Salas, especialista en Pediatría, precisó que la niña aparentemente no recibió lesiones en el cuerpo, a pesar de que la vivienda en que residía se desplomó de principio a fin.

"Pero está severamente deshidratada, comenzamos a pasarle líquido para mejorar su estado general y poder evaluarla mejor, a fin de salvarle la vida", precisó Salas, quien hace casi dos años presta servicios en centros hospitalarios haitianos, como parte de la colaboración médica cubana con el vecino país caribeño.

El hospital Universitario de la Paz es una de las 11 instalaciones de salud donde labora la misión cubana, que no fue ahora que comenzó su ayuda a Haití, sino en 1998 tras el paso del huracán George.

Desde ese año, más de tres mil cooperantes de la salud y más de mil colaboradores de otros sectores han trabajado ininterrupidamente en función del mejoramiento de la vida en la empobrecida nación.

Las dramáticas escenas presenciadas este lunes en el hospital universitario se han hecho comunes en otros centros médicos de la capital, donde cientos de ciudadanos se agolpan en busca de una mano salvadora.

Pero no por ello pasan inadvertidas ante los periodistas que acudimos a estas instituciones para reportar los hechos, pues resulta imposible perder la capacidad de asombro ante tan dantescas vivencias.

Sobresalen las mujeres y niños con miembros mutilados, personas de diferentes edades con gigantescas heridas, una gran parte de ellas en la cabeza, y la quiebra de una o varias de sus extremidades.

En las afueras del capitalino centro de salud, permanecen incluso familias cuyos integrantes ya recibieron atención médica, pero prefieren estar cerca de quienes le salvaron la vida, ya que incluso la mayoría de ellos vio su vivienda convertida en escombros.

Según las autoridades haitianas, más de 25 mil cadáveres fueron extraídos entre las ruinas que ocasionó el movimiento telúrico, y se estima que unos 25 mil aún permanecen sepultados.

Sin duda alguna, Puerto Príncipe parece ser una ciudad recién salida de un bombardeo, cuyas secuelas aún son imposibles de calcular.

El terremoto se produjo el martes último en las cercanías del límite norte de la placa tectónica del Caribe, que -según los científicos- se desplaza y continua lentamente hacia el este 20 milímetros por año, en relación a la placa norteamericana y atraviesa justamente por el medio de la isla La Española, que comparten los haitianos y sus vecinos más cercanos, los dominicanos.

Haití es el país más paupérrimo de América, con cerca del 80 por ciento de su población por debajo de la línea de pobreza, de ahí que los efectos del sismo se vean multiplicados.

Rockultural...Pasó el temblor, sucumbió una vez más un pueblo, está vez, al fuerte golpe que le propinó la fuerza de la naturaleza. Ahora, después de los escombros removidos, queda el profundo dolor, la desesperación y la impotencia de no contar con los medios que le fueron arrebatados mucho antes, durante los terremotos ocasionados por los yanquis, en innumerables ocasiones.

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