(Prensa Latina)
Escrito por Deisy Francis Mexidor
La Habana (PL) El presidente estadounidense, Barack Obama, concluyó su gira de tres días por el país, pero el saldo en cuanto al apoyo que recabó para los candidatos del Partido Demócrata hoy es impredecible.
Obama lanzó su cruzada entre el 16 y el 18 de agosto, con la esperanza de revertir el complejo panorama político que se le presenta a la organización gobernante de cara a las elecciones de medio término del 2 de noviembre.
A tales comicios, el mandatario llega con un marcado temor y escepticismo entre los votantes, así como con repetidos números negativos en las encuestas en cuanto a su nivel de aprobación, lo que, seguramente, influirá en las urnas.
En la consulta estarán en juego los 435 escaños de la Cámara de Representantes, un tercio del Senado y la mayoría de puestos de gobernadores.
Por lo tanto los resultados serán de vital importancia para Obama, quien necesita mantener la mayoría demócrata en el Congreso, si es que quiere seguir apostando a un programa que ha recibido prácticamente un apoyo republicano nulo.
Durante su periplo por los estados de Wisconsin, California, Ohio, Washington y Florida dedicó el tiempo a defender su agenda legislativa, la que, según él, es la más progresista no sólo en "una generación, sino en dos, quizá en tres".
Pero los estadounidenses a estas alturas lo dudan. Sondeos de la encuestadora Gallup revelaron 44 por ciento de aprobación para el jefe de la Casa Blanca, cifra que representa un nuevo mínimo histórico.
Las principales condicionantes de los juicios emitidos tienen que ver con la alicaída economía de Estados Unidos, que no logra despegar.
Obama reconoció en Ohio que la recuperación será lenta y al referirse al mercado inmobiliario señaló que todavía es un gran arrastre en la economía en su conjunto.
Justo ahora los nuevos pedidos de subsidios por desempleo subieron a 500 mil en la semana que culminó el 14 de agosto, el mayor nivel desde noviembre pasado, de acuerdo con el reporte del Departamento de Trabajo.
El hecho, sin hacer demasiados análisis, revela una inquietante degradación del mercado laboral estadounidense.
Por otra parte, la oposición republicana se ha dedicado a detectar todas las brechas y a boicotear la agenda del presidente, quien advirtió de la misión obstruccionista del bando contrario.
Los republicanos apuestan a ganar puntos es decir, votos y por supuesto, escaños, señalando que los programas de Obama reflejan en la práctica aumentos del déficit, incrementan los impuestos y en el caso de la denominada reforma financiera, dañará a los pequeños empresarios.
Así lo declaró el portavoz del líder de la minoría en el Senado, Mitch McConnell, hace pocos días.
Precisamente, Obama dijo que Estados Unidos debe buscar mecanismos de control del déficit a largo plazo sin obstaculizar la recuperación económica.
Tampoco puede olvidarse ni obviarse que la promesa de campaña de darle solución al status migratorio de casi 12 millones de personas residentes en territorio estadounidense sin papeles, aún brilla por su ausencia.
Con esos elementos, distintos analistas aseguran que las posibilidades de los demócratas en las próximas legislativas están complicadas.
De hecho, algunos aspirantes del partido en el poder han declinado asistir a encuentros con el gobernante, para evitar teñir de colores grises su imagen.
Obama, no obstante, apela todavía a lo que queda del espíritu del "Yes we can" (sí, nosotros podemos) que lo catapultó a la presidencia del país y confía en que retendrá la mayoría en el Congreso en noviembre, así como un buen número de gobernaciones.
El apoyo real se sabrá entonces. De momento, el mandatario se fue 10 días de vacaciones a una isla exclusiva, pues dice que necesita recargar las pilas.
Rockultural...¿Obama era el cambio? Al cordero se le cayó la piel y ahora podemos apreciar que el lobo la estaba vistiendo. No hay presidente Yanqui que sea fiable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario