michelcollon.info
Abdellah Boudami.- Después de Túnez y Egipto, otros países del mundo árabe están conociendo importantes movimientos de revuelta. Argelia no escapa a la ola, pero su régimen es, no obstante, diferente del de Ben Alí o del de Mubarak. ¿Puede estallar una revolución en Argelia ¿Cuáles son las particularidades de esta régimen? Tenemos muchos casos de inmolación, actos de desesperación cada día…Said Buamama.- La situación de Argelia es explosiva y viene incubándose desde hace tiempo. Argelia es un país donde se ventilan cantidad de dividendos debido a sus abundantes recursos naturales, pero la población argelina y una juventud abandonada no ven nada de eso. Los argelinos de encuentran pues en las mismas situaciones socio-económicas que otros países que no tienen la suerte de poseer todos esos recursos naturales. Hay una frustración que se viene acumulando, sobre todo si se compara con la época de Bumedián en la que, a pesar de todo, hubo una redistribución. Pero desde hace mucho tiempo lo que ahora hay es un pillaje de recursos del país que no aprovecha más que a unos pocos. Los conflictos sociales son pues moneda corriente en Argelia, con luchas, huelgas y revueltas ya muy frecuentes en todo el país.
A.B.- ¿Puede Argelia intentar una revolución jazmín como su vecino tunecino y más recientemente en Egipto?
S.B.- Sí; visto el contexto que yo dibujaba en la anterior pregunta se puede decir que es posible que el viento de las revueltas sacuda a Argelia. Pero no obstante hay que mirar a los dos decenios precedentes para comprender que los argelinos han tenido una historia difícil y que son menos inclinados a sumarse espontáneamente a movimientos de masa. Cuando las revueltas de 1988, hubo centenares de muertos y una represión feroz; hay que recordarlo. Hoy hay plataformas que organizan manifestaciones los sábados y llaman a contuanar hasta la caída del régimen. No podemos decir si esto va a durar algunas semanas más, meses incluso, si esto va a tener éxito, pero hay un contexto explosivo y mucha cólera acumulada.
A.B. - Partido único, nepotismo, régimen... ¿pueden los sistemas político y económico en Argelia obstaculizar un cambio en el país?
S.B. – Argelia está caracterizada por eso que podemos llamar un capitalismo autoritario, vuelto hacia una economía que favorece los derechos de la elite. Es un capitalismo de rentas. Es decir, que los sistemas político y económico argelinos no procuran en absoluto un desarrollo del tejido económico del país sino acumular riquezas para los privilegiados.
A.B. - ¿Qué piensa usted de la libertad de expresión en Argelia, sobre todo de las restricciones que sufren los argelinos a consecuencia de este huracán que azota los países árabes?
S.B. – El régimen argelino pone a menudo el acento en el hecho de que hay una relativa libertad de tono en la prensa argelina. Y así se presenta como un gobierno legítimo que respeta el derecho de expresión. Pero es falso; si hay un margen de libertad de expresión en Argelia es fruto de largas y sangrantes luchas del pueblo argelino, fruto de una constante relación de fuerzas entre las aspiraciones del pueblo y la represión del régimen. Cada victoria en el plano de la libertad de expresión, no es un regalo del poder, no, de ningún modo, sino de victorias conseguidas, arrancadas por el pueblo al precio de luchas difíciles y permanentes. Y la lucha va a continuar en el actual contexto de represión creciente de las autoridades.
A.B. - ¿Cómo ve usted las relaciones de Argelia con las potencias occidentales, sobre todo con Francia y Estados Unidos?
S.B. – Argelia navega entre la posición que le ofrecen sus grandes reservas de hidrocarburos y las grandes potencias que se interesan por estas recursos. Entonces, efectivamente, hay acercamientos, y un acercamiento cada vez más importante a Estados Unidos.
A.B. - ¿Qué se puede pensar de las divisiones étnicas en Argelia, entre árabes, kabilas,..?
S.B. – Es un hecho recurrente que en el enramado político argelino estas divisiones sean utilizadas y recuperadas por el régimen para descalificar muchas luchas y reivindicaciones. El argumento es siempre el de la salvaguardia de la nación ante las divisiones internas lo que les permite tener bien en mano el conjunto del país. Pero hay razones para el optimismo. Cuando las manifestaciones de Argelia del 12 de febrero, la plataforma que organizó las manifestaciones vimos ponerse juntos a movimientos de izquierda, sindicatos, movimientos bereberes, diversos movimientos culturales,… Es una novedad que prueba que los argelinos han madurado sobre esta cuestión.
Traducido por J. Mª Fdez. Criado, Equipo traducción de Corriente Roja
Saïd Bouamama (1958) es sociólogo, doctor en socioeconomía. Actualmente es director de investigación en el IFAR (Intervention Formation Action-Recherche), en Villeneuve-d'Ascq (59), del que es uno de los fundadores
No hay comentarios:
Publicar un comentario