La Unidad del pueblo para enfrentar la trampa de la política burguesa
Nuevamente nos encontramos en medio de una campaña electoral, con elecciones nacionales en el próximo mes de Octubre, lo cual exige fijar posiciones al respecto.
Lamentablemente hay que reconocer que las circunstancias políticas no han variado mucho con referencia a las últimas elecciones, aunque en el año 2010 hubo un aumento de las luchas populares, en especial de los trabajadores, tendencia positiva que todo indica que se mantendrá en el transcurso de este año.
En lo que respecta al gobierno, estamos ante la continuidad de políticas, que con el disfraz de “progresismo”, siguen impulsando una estructura de país esencialmente agro-minero exportador, con enorme daño al medio ambiente, con bajo nivel de salarios, desocupación, trabajo en negro (que está por encima del 40%), o precarizado y manteniendo las privatizaciones de la época de Menem, a lo que se suma el hecho grave de que de las 500 más grandes empresas, alrededor del 70% son de capital extranjero, lo que acentúa nuestra dependencia. Recordemos que, el ahora "Che Kirchner", apoyó en la década del 90 la privatización del petróleo, en acuerdo con Domingo Cavallo.
Por otra parte, la inflación, que no es otra cosa que un saqueo periódico a los ingresos de los trabajadores, evapora a la vez los planes sociales como “Argentina trabaja”, o la “Asignación universal por hijo”, profundizando así una injusta distribución de la riqueza, con ricos cada vez más ricos y pobres cada vez más pobres, aunque desde las esferas oficiales se nos pinte un país maravilloso.
No olvidar que la presidente del “gobierno nacional y popular” ha vetado la ley del 82% móvil para los jubilados, mientras cumple religiosamente con el pago a los usureros internacionales de la probadamente ilegal y fraudulenta deuda externa.
Al mismo tiempo, es necesario admitir también las deficiencias que se siguen manteniendo en el campo popular, en especial en la izquierda. No se ha logrado superar su histórico fraccionamiento, a veces transformado en una verdadera confrontación para ver quien hegemoniza cada lucha de nuestro pueblo, imposibilitando o destruyendo muchos intentos unitarios.
Para colmo y como era de esperar, la mal llamada centroizquierda, incluyendo al PC (Partido Cristinista), se ha convertido directamente en furgón de cola del kirchnerismo, o como “Proyecto Sur”, que está intentando montar otra Alianza, de triste recuerdo para los argentinos.
Estas no son otra cosa que meras variantes de la claudicante socialdemocracia mundial, que están actualmente aplicando políticas neoliberales a los pueblos de Europa, queriéndoles hacerles pagar la crisis provocada por el Capital
Financiero internacionalizado. Por cierto que sus luchas como las abnegadas luchas de los pueblos árabes, destruirán todos estos planes nefastos. Sólo hay que destacar una variante significativa en las próximas elecciones: el gobierno, con el apoyo abierto o encubierto de los partidos políticos burgueses, en particular la UCR, que ha refrendado así un nuevo “pacto de Olivos”, ha modificado la ley de los partidos, con una reforma que por sus exigencias se la puede calificar de proscriptiva, en la búsqueda de eliminar a las organizaciones menores, a fin de establecer de esta forma el modelo del bipartidismo, a la manera de la falsa democracia norteamericana.
Lamentablemente hay que reconocer que las circunstancias políticas no han variado mucho con referencia a las últimas elecciones, aunque en el año 2010 hubo un aumento de las luchas populares, en especial de los trabajadores, tendencia positiva que todo indica que se mantendrá en el transcurso de este año.
En lo que respecta al gobierno, estamos ante la continuidad de políticas, que con el disfraz de “progresismo”, siguen impulsando una estructura de país esencialmente agro-minero exportador, con enorme daño al medio ambiente, con bajo nivel de salarios, desocupación, trabajo en negro (que está por encima del 40%), o precarizado y manteniendo las privatizaciones de la época de Menem, a lo que se suma el hecho grave de que de las 500 más grandes empresas, alrededor del 70% son de capital extranjero, lo que acentúa nuestra dependencia. Recordemos que, el ahora "Che Kirchner", apoyó en la década del 90 la privatización del petróleo, en acuerdo con Domingo Cavallo.
Por otra parte, la inflación, que no es otra cosa que un saqueo periódico a los ingresos de los trabajadores, evapora a la vez los planes sociales como “Argentina trabaja”, o la “Asignación universal por hijo”, profundizando así una injusta distribución de la riqueza, con ricos cada vez más ricos y pobres cada vez más pobres, aunque desde las esferas oficiales se nos pinte un país maravilloso.
No olvidar que la presidente del “gobierno nacional y popular” ha vetado la ley del 82% móvil para los jubilados, mientras cumple religiosamente con el pago a los usureros internacionales de la probadamente ilegal y fraudulenta deuda externa.
Al mismo tiempo, es necesario admitir también las deficiencias que se siguen manteniendo en el campo popular, en especial en la izquierda. No se ha logrado superar su histórico fraccionamiento, a veces transformado en una verdadera confrontación para ver quien hegemoniza cada lucha de nuestro pueblo, imposibilitando o destruyendo muchos intentos unitarios.
Para colmo y como era de esperar, la mal llamada centroizquierda, incluyendo al PC (Partido Cristinista), se ha convertido directamente en furgón de cola del kirchnerismo, o como “Proyecto Sur”, que está intentando montar otra Alianza, de triste recuerdo para los argentinos.
Estas no son otra cosa que meras variantes de la claudicante socialdemocracia mundial, que están actualmente aplicando políticas neoliberales a los pueblos de Europa, queriéndoles hacerles pagar la crisis provocada por el Capital
Financiero internacionalizado. Por cierto que sus luchas como las abnegadas luchas de los pueblos árabes, destruirán todos estos planes nefastos. Sólo hay que destacar una variante significativa en las próximas elecciones: el gobierno, con el apoyo abierto o encubierto de los partidos políticos burgueses, en particular la UCR, que ha refrendado así un nuevo “pacto de Olivos”, ha modificado la ley de los partidos, con una reforma que por sus exigencias se la puede calificar de proscriptiva, en la búsqueda de eliminar a las organizaciones menores, a fin de establecer de esta forma el modelo del bipartidismo, a la manera de la falsa democracia norteamericana.
Deja de lado así el principio básico de que la continuidad o no, de una organización política, como de cualquier otra organización popular, la deciden los pueblos.
Lo que hubiera correspondido es que todos los partidos políticos, en especial los de izquierda, a los que realmente quieren eliminar, rechazaran públicamente con la movilización popular, previo trabajo de concientización masiva, tal legislación proscriptiva y antidemocrática. Pero por el contrario, venimos observando que no sólo esto no ha sucedido, sino que erróneamente algunas organizaciones ya se han lanzado a una loca carrera por obtener la cantidad de afiliaciones que la ley exige. (Cuatro por mil del padrón en por lo menos 5 distritos electorales).
Está por demás decir que con esta actitud se avala esta nueva trampa del sistema, logrando además mantener la polarización de las fuerzas populares, que es un objetivo que siempre persiguen.
Lo que hubiera correspondido es que todos los partidos políticos, en especial los de izquierda, a los que realmente quieren eliminar, rechazaran públicamente con la movilización popular, previo trabajo de concientización masiva, tal legislación proscriptiva y antidemocrática. Pero por el contrario, venimos observando que no sólo esto no ha sucedido, sino que erróneamente algunas organizaciones ya se han lanzado a una loca carrera por obtener la cantidad de afiliaciones que la ley exige. (Cuatro por mil del padrón en por lo menos 5 distritos electorales).
Está por demás decir que con esta actitud se avala esta nueva trampa del sistema, logrando además mantener la polarización de las fuerzas populares, que es un objetivo que siempre persiguen.
Por lo tanto, creemos que la única forma de romper esta trampa, es ahora más que nunca insistir en la unidad del campo popular, contribuyendo políticamente y en la medida de nuestras posibilidades, a la comprensión de la impostergable necesidad de construir un frente único de la izquierda y demás sectores populares en lucha, (org. políticas, sociales, sindicalismo anti-burocrático, derechos humanos, de pueblos originarios, estudiantiles, culturales, de género, ambientalistas, etc.), en base a un programa elaborado de común acuerdo.
De no ser así, y ante la falta de una opción real con auténtico peso popular, provocado por actitudes hegemonistas, divisionistas, que solo sirven al poder dominante, es evidente que varias organizaciones populares nos veremos obligadas a optar por la abstención o el voto en blanco, como ya inevitablemente ha pasado en anteriores elecciones.
De no ser así, y ante la falta de una opción real con auténtico peso popular, provocado por actitudes hegemonistas, divisionistas, que solo sirven al poder dominante, es evidente que varias organizaciones populares nos veremos obligadas a optar por la abstención o el voto en blanco, como ya inevitablemente ha pasado en anteriores elecciones.
Por supuesto que la nuestra no es ni será una actitud pasiva, sino que aprovecharemos para intensificar nuestra labor ideológico política, con vista a la construcción de un poder de los trabajadores y demás fuerzas populares, en el
camino hacia la liberación nacional y social, socialista, de nuestra patria y la ”Patria Grande” latinoamericana.
camino hacia la liberación nacional y social, socialista, de nuestra patria y la ”Patria Grande” latinoamericana.
“SI FUERAMOS CAPACES DE UNIRNOS, QUE BELLO Y CERCANO SERIA EL FUTURO” EL CHE
Colectivo Avanzar… por la Unidad del Pueblo.
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