(teleSUR)
Con la represión de los Carabineros frente al Ministerio de educación de Chile culminó la marcha a la que asistieron este jueves entre 50 mil y 60 mil personas en La Alameda, Santiago (capital), para exigir al Gobierno del presidente, Sebastián Piñera, una mejor educación y mayores recursos en este sector, que actualmente está signada por el lucro y la exclusión.
Con la represión de los Carabineros frente al Ministerio de educación de Chile culminó la marcha a la que asistieron este jueves entre 50 mil y 60 mil personas en La Alameda, Santiago (capital), para exigir al Gobierno del presidente, Sebastián Piñera, una mejor educación y mayores recursos en este sector, que actualmente está signada por el lucro y la exclusión. La corresponsal de teleSUR en Chile, Beatriz Michell informó a través de la red social Twitter que en la refriega un Parlamentario que asistía a la marcha fue mojado con el carro lanza agua.
"Comienzan a llevar detenidos. Alameda se convierte en un campo de batalla" describió la periodista desde la cuenta @teleSUR_Chile
En un contacto anterior Michell había reportado la “impresionante la cantidad de gente que hay en este momento marchando por La Alameda (...) Se estiman que son entre 50 mil y 60 mil personas las que están marchando”.
Los manifestantes “ya han llegado a La Moneda (sede del Gobierno chileno) y se dirigen al Ministerio de Educación que está unos metros más abajo”, señaló Michell.
En la manifestación en pro de una educación pública que ha sido convocada por la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) y el Colegio de Profesores “también se han unido no sólo los secundarios sino también sindicatos de trabajadores como la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y parlamentarios”, reportó la corresponsal.
“En este momento están marchando diputados de la República junto a la cantidad de gente que aquí se encuentra. No hay solamente jóvenes, también hay muchos adultos”, agregó Michell.
Michell recordó que la educación chilena “está altamente segmentada y está produciendo en estos momentos alta desigualdad en este país”.
Los manifestantes “ya han llegado a La Moneda (sede del Gobierno chileno) y se dirigen al Ministerio de Educación que está unos metros más abajo”, señaló Michell.
En la manifestación en pro de una educación pública que ha sido convocada por la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) y el Colegio de Profesores “también se han unido no sólo los secundarios sino también sindicatos de trabajadores como la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y parlamentarios”, reportó la corresponsal.
“En este momento están marchando diputados de la República junto a la cantidad de gente que aquí se encuentra. No hay solamente jóvenes, también hay muchos adultos”, agregó Michell.
Michell recordó que la educación chilena “está altamente segmentada y está produciendo en estos momentos alta desigualdad en este país”.
Informó que además de la marcha en Santiago, "se están registrando marchas en todo el país".
"Hay que recordar que el ministro (de Educación, Joaquín Lavín) ofreció una mesa de diálogo con los estudiantes pero a condición de que ellos bajaran las movilizaciones y acá lo que han dicho todos los dirigentes es que ellos están dispuestos a dialogar pero sin bajar las movilizaciones, por lo tanto hay que esperar la respuesta del ministro", explicó.
Dijo que "hay un sector más bien pequeño que está pidiendo la renacionalización del cobre ya que lo que han dicho los ministros de todos los últimos gobiernos es que ellos no pueden dar más financiamiento a la educación porque el Estado no tiene recursos".
Agregó que "ellos piden que se renacionalice el cobre como fue durante el Gobierno de Salvador Allende para con esos recursos poder financiar la educación".
La iniciativa para finalizar las protestas que exigen un cambio estructural en el sistema de educación chileno “está en manos del Gobierno (...) Nos hemos reunido dos veces con el ministerio (de Educación), se lo hemos dicho, no ha habido voluntad política para tratar este tema”, manifestó la presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, Camila Vallejo.
La mala calidad de la educación pública ha sido el principal foco de protestas en Chile en los últimos meses, movilizando a miles de estudiantes y profesores.
A juicio de analistas locales, la orientación al mercado que ha guiado la educación chilena desde la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) hasta la actualidad destruyó el sistema educativo a tal punto que hasta las instituciones supuestamente públicas operan bajo las reglas de la mercantilización.
"Hay que recordar que el ministro (de Educación, Joaquín Lavín) ofreció una mesa de diálogo con los estudiantes pero a condición de que ellos bajaran las movilizaciones y acá lo que han dicho todos los dirigentes es que ellos están dispuestos a dialogar pero sin bajar las movilizaciones, por lo tanto hay que esperar la respuesta del ministro", explicó.
Dijo que "hay un sector más bien pequeño que está pidiendo la renacionalización del cobre ya que lo que han dicho los ministros de todos los últimos gobiernos es que ellos no pueden dar más financiamiento a la educación porque el Estado no tiene recursos".
Agregó que "ellos piden que se renacionalice el cobre como fue durante el Gobierno de Salvador Allende para con esos recursos poder financiar la educación".
La iniciativa para finalizar las protestas que exigen un cambio estructural en el sistema de educación chileno “está en manos del Gobierno (...) Nos hemos reunido dos veces con el ministerio (de Educación), se lo hemos dicho, no ha habido voluntad política para tratar este tema”, manifestó la presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, Camila Vallejo.
La mala calidad de la educación pública ha sido el principal foco de protestas en Chile en los últimos meses, movilizando a miles de estudiantes y profesores.
A juicio de analistas locales, la orientación al mercado que ha guiado la educación chilena desde la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) hasta la actualidad destruyó el sistema educativo a tal punto que hasta las instituciones supuestamente públicas operan bajo las reglas de la mercantilización.
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