(Cuba Debate)
Pasado casi un año tras las manifestaciones masivas, que provocaron la renuncia del ex presidente Hosni Mubarak, los egipcios de nuevo han vuelto a tomar la plaza Tahrir para expresar su indignación con sus actuales gobernantes y la falta de cambios. La Policía ha respondido, como ya hiciera antaño, con bastones, gases lacrimógenos y balas de goma.
Tras los enfrentamientos resultaron heridas más de 500 personas, algunas de gravedad. Uno de los heridos luego murió en el hospital. Los manifestantes, a su vez, incendiaron coches de las fuerzas de seguridad, lanzaron piedras contra los agentes y exigieron reformas. La mayoría de los participantes en las manifestaciones son partidarios de la implantación de las ideas islámicas en el sistema político del país.
Los últimos disturbios se iniciaron cuando la Policía dispersó el campamento de unos 100 activistas que decidieron permanecer en la plaza tras la protesta masiva del viernes pasado, que reunió a unas 50.000 personas. Esta actuación de las fuerzas de seguridad motivó que unas 5.000 volvieran al lugar y se enfrentaran abiertamente contra los agentes.
Los egipcios exigen que el poder sea traspasado al gobierno civil, como fue prometido tras la salida de Mubarak, y protestan contra los cambios en la Constitución, propuestos por el actual gobierno militar. Las enmiendas, previstas para la Carta Magna, darían al Ejército prerrogativas tales como el control del presupuesto y la autonomía del Parlamento y del Gobierno.
(Con información de RT)
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