martes, 17 de enero de 2012
Famatina no se toca: Caravana y corte en defensa del cerro
(ANRed)
Ayer se desarrolló una nueva jornada nacional en defensa del Famatina y en solidaridad con las asambleas socioambientales. En la capital de la provincia se molivizaron 5mil personas y en la zona, unos 300 automóviles embanderados. Informe desde Famatina, especial para ANRed, por Gastón Wahnish y Federico Wahlberg. Fotos de Pablo Vitale.
Por ANRed - H
Desde lejos, pero desde cerca, envío un abrazo de muchos brazos a los pobladores de Famatina, que no se dejan engañar con esos cuentos de las sanguijuelas modernas, que te venden buena salud mientras te acompañan al cementerio.
Fragmento del saludo de Eduardo Galeano al pueblo de Famatina
La pueblada que mantiene cortado el camino al cerro Famatina, en La Rioja, vivió ayer una jornada clave en defensa de la vida, el agua y la montaña. El lunes 16 de enero vencía el plazo que tenía la empresa canadiense Osisko Mining Corporation para iniciar sus trabajos de exploración minera en el cordón montañoso de Famatina. Ese mismo día, luego de dos semanas de corte ininterrumpido, y a pesar de amenazas y persecusiones, las Asambleas Ciudadanas de la zona organizaron una caravana desde el centro del pueblo hasta el acampe en Alto Carrizal. A los bocinazos, unos 300 automóviles partieron embanderados para protagonizar una de las puebladas más importantes contra la megaminería en los últimos años de la historia riojana. La capital de La Rioja también movilizó a unas 5 mil personas para acompañar el reclamo. El corte se mantendría hasta que el gobierno provincial anule el convenio firmado con la compañía. Salvo contadas excepciones, los medios locales decidieron ocultar el reclamo popular de los vecinos autoconvocados. Pero los hechos suelen hablar por sí solos. Saliendo desde Chilecito, segunda ciudad de La Rioja, a Famatina por la ruta nacional 40, la policía hace la pregunta sin mediaciones “¿se dirigen al corte?”. Luego de varias curvas zigzagueantes, Famatina empieza a mostrar su rostro en las paredes y en los frentes de las pequeñas casas. El Famatina no se toca, en un trapo colgado del cerco, El Famatina no se toca en un mural realizado por niños. También El Famatina no se toca en un volante en la puerta de la Iglesia repartido por chicas de la Resistencia Juvenil Famatinense, en alguna remera, y en un sticker del auto. Es la frase que resuena por todos los rincones del cerro. Una señora que vende sombreros para aliviar el sol de esta época sugiere ir a acampar directamente al corte del camino en Alto Carrizales, a unos 15 kilómetros para arriba. Pero el camino no es recto, y por ello también recomienda acercarse a la radio que está a la vueltita de la terminal, aquella “que afuera está toda pintada”.
FM Famatina es una de las radios que decidió no callar la voz de sus vecinos y que constantemente transmite la información que refiere a la lucha contra el proyecto extractivo minero. Entrando al corte de las Asambleas Ciudadanas, varias pancartas escoltan el camino: Water yes, Gold no / Policía no dispares a tus hermanos / Señor minero: cuidado con el pueblo. “Este lugar era un corral de cabras que nos prestó el señor de la finca de acá al lado”, explica envalentonada Judith Peralta, productora de nueces y una de las primeras en asentarse bajo unos quinchos improvisados al margen del camino. En el corte levantaron también una gran carpa para aguantar los fuertes calores del día y hasta llegaron a construir unos baños. “Con esta mina están en juego todas las fuentes de trabajo del valle”, argumenta Judith refiriéndose a la producción agrícola y al turismo que se verían fuertemente perjudicados por la contaminación que genera en el agua el método de extracción minera a cielo abierto. Los pueblos que rodean el Famatina ya llevan a cuestas una tradición de lucha contra estos mega emprendimientos. En 2006 impidieron la instalación de la empresa minera más grande del mundo, la Barrick Gold; y más recientemente en 2010 enfrentaron a la Shandong Gold Group, un grupo de inversión de origen chino. Ahora van por la sanción de una ley nacional que prohíba este tipo de mega emprendimientos en todo el territorio argentino.
Calentando los tambores
El día anterior a la gran caravana, el acampe despertó con una muestra de unidad y solidaridad. Más de 10 autos se abrieron paso por el camino levantando banderas que nombraban a Pituil, uno de los pueblos que se encuentran alrededor del Famatina. “A nosotros nos tocaba venir hoy a apoyar”, cuenta un joven de este grupo. Cada localidad cercana tiene un día asignado para subir al corte a acompañar.
Sobre otra carpa arranca la radio abierta 25 horas por Famatina, que se retransmite en otras radios del país. Para enfrentar el silencio de la mayoría de los medios de comunicación nacionales y locales, los vecinos fueron construyendo una red de información a través de medios comunitarios y alternativos. Más allá de algunas apariciones en TN, Perfil, La Voz del Interior y Página 12, quienes fueron manteniendo al día a sus pobladores fueron FM Famatina, El Hormiguero de Chilecito y Radio Voces de La Rioja capital, entre otras. La programación especial en el corte tenía un objetivo claro: mantener encendida la vigilia antes de la caravana convocada para el Lunes 16.
El repique de los tambores no cesa, como tampoco el permanente olor sabroso de las ollas populares. Algunos toman mate en familia, otros deciden ir a visitar el arroyo para remojarse. Hay personas de Catamarca, Córdoba, Buenos Aires, Salta y hasta algunos turistas extranjeros. Unos días atrás se había acercado el diputado nacional “Pino” Solanas, ahora estaba entre la gente Luis Zamora. El movimiento de familias desde Chilecito y Famatina al corte es intenso, como también es intensa la expectativa puesta en la caravana del día siguiente. Las horas fueron pasando en una noche calma hasta que el escenario principal se trasladó a la Plaza San Martín de Famatina. El reloj marcó las 10 y sólo algunos autos empezaron a bocinar. Pero en menos de media hora se formó una larga caravana de autos que aparecieron como hormigas por todas las callecitas de este pequeño pueblo. Famatina despertó a todo el mundo con sus bocinas enfurecidas.
“El Fama no se toca” retumbaba en los diferentes barrios por donde pasaban unos 300 autos, entre vecinos alegres que seguían saliendo a alentar y aplaudir. Cuando los manifestantes llegaron al corte cantaron el himno nacional. Flameaban banderas argentinas, de la paz y whipalas. Luego llegó el momento de la oración y, con él, el recuerdo del padre Angelleli. “Este pueblo está marcando el mojón en la historia del pueblo de La Rioja”, exclamó el Chelo, uno de los referentes de la Asamblea Ciudadana de Chilecito. Y agitó a los pueblerinos: “Este es un mensaje para el país. La lucha, la resistencia y la unión, dejando de lado las ambiciones personales, nos permiten cantar hoy la victoria”. Con firmeza el Chelo sentenció: “Sólo de este pueblo puede salir la victoria final, y es que ninguna empresa megaminera se instale en un cerro de la Argentina”. El público cantaba “Y ya lo ve, y ya lo ve, es para Beder que lo mira por TV”, mientras TN los registraba aprovechando las críticas al gobernador kirchnerista Luis Beder Herrera.
Como una tortilla
En toda provincia cordillerana, los gobiernos están marcados por su posición sobre la minería. Beder lanzó su candidatura al gobierno de La Rioja con un discurso anti minero. Fiel al estilo menemista de su misma provincia, luego de ganar, se dio vuelta. Alineado con el Gobierno nacional, reelecto como miembro del FPV, actualmente promueve la actividad al grito de “no jodan más con la minería”. Lo más sorprendente es que es oriundo de Campanas, uno de los pueblos de los alrededores del cerro. “Fue una desilusión grande”, admite la asambleísta Judith.
Distinta es la realidad del intendente de Famatina, Ismael Bordagaray. Si bien en las elecciones fue parte de la lista de Beder, la presión de su pueblo lo llevó a apoyar el corte, y a perder recursos que antes giraba la provincia a su localidad. Su chofer y amigo personal Walter lo explicita: “Él se debe a su pueblo”. Pero no es el único en problemas. El párroco del pueblo, Omar Quinteros, es uno de los estandartes de la lucha. Cuando aparecieron camiones de la empresa minera, hizo sonar las campanas de la iglesia para convocar a los famatinenses a impedir que avancen. Hubo presiones para que lo trasladaran, pero no lo han logrado.
A fin de 2011 unos empresarios mineros se reunieron con funcionarios provinciales en Famatina mientras el cura no estaba, pero eso no fue impedimento para que las campanas funcionaran nuevamente como alarma popular. Los vecinos se metieron en la iglesia y las hicieron sonar. Así el pueblo volvió a autoconvocarse para echarlos. En uno de estos escraches, un representante de la compañía minera olvidó una carpeta que contenía una lista negra, con nombres de activistas de las asambleas. “Decían que era para ayudar a los vecinos, pero ¿qué ayuda nos van a ofrecer si aparecía ’Mafia Peralta’?”, afirma Judith. Este hallazgo tuvo un efecto explosivo porque además se confirmó la idea de que la Osisko empezaría a trabajar en el cerro. Por eso decidieron comenzar con el corte el Lunes 2 de Enero. La persecusión a los luchadores se completa con 11 asambleístas imputados por las diversas medidas de fuerza. A los que están en contra de la mina ya los han acusado de muchas cosas, incluso de terroristas. En una original respuesta, algunos se autodenominaron cerroristas. En verdad, los que participan del corte tienen una amplísima diversidad ideológica, que va desde simpatizantes del radicalismo, menemistas, apartidarios, ambientalistas y militantes de izquierda. Esto podría ser expresión de las distintas capas sociales que apoyan el reclamo. Se pueden encontrar tanto a los mozos como a los dueños del mismo bar, a pequeños propietarios agropecuarios y a trabajadores del estado. Hay comerciantes de Famatina y Chilecito que han donado alimentos.
También las asambleas ciudadanas organizaron colectas en la capital de La Rioja, con un éxito tal que motorizó la realización de una marcha en el día de ayer. Unas 5 mil personas recorrieron la ciudad y colgaron una bandera en el campanario de la Catedral con el ya famoso El Famatina no se toca. Los pueblos de esta región cuentan cada uno con una Asamblea Ciudadana. En momentos en que la realidad lo demanda, se reúnen como Asamblea regional, como la del 27 de Diciembre de 2011, en la que decidieron de forma conjunta el corte. Las Asambleas forman parte de la Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC), con quienes comparten luchas en su mayoría de carácter medioambiental. Los apoyos desinteresados y llenos de convicción que llegan desde todos los pueblos vecinos contrastan con los manotazos de ahogado que realiza el gobierno provincial. Judith nos explica cómo han gastado miles de pesos para intentar simular un apoyo al proyecto minero, sin éxito: “Cuando el Beder hizo el asado en una finca de por acá te daban 2 mil pesos por ir, pero sólo fueron 40”. Sin embargo, estos pueblos no se dejan comprar. “Vamos a resistir hasta las últimas consecuencias y nos vamos a jugar la vida si es necesario”, dice convencida Judith. Y no parece ser charlatanería. Nos confiesa que se ocupó de que sus hijos queden a cargo de todo si a ella o a su marido les pasa algo en el conflicto. No es la única valiente. Detrás de ella, una de las banderas advierte que esto es “Por los hijos de mis hijos”. Se hace difícil pensar que algún gobierno pueda dinamitar fácilmente semejantes convicciones. Por ahora, siguen fracasando.
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