(Colectivo Avanzar)
Los transportes públicos de pasajeros en la ciudad de Buenos Aires se encuentran en un estado caótico. En los últimos meses del año 2010 se convirtió una toda hazaña poder viajar en ellos. Las unidades se encuentran en un estado de abandono, en la gran mayoría por la falta de inversión en su mantenimiento, la frecuencia de los recorridos son cada vez más escasos. La falta de control de parte de los organismos que deberían garantizar su buen funcionamiento es ineficaz. Por lo cual las unidades realizan cada uno de su recorrido sin la higiene que requiere para su normal funcionamiento, asientos rotos, y amontonamiento, ya superada la capacidad de usuarios, es el panorama habitual que nadie puede ignorar. Avasallando todo derecho y generando ajustes al reducir unidades. El transporte que usa la gran masa de la clase trabajadora todos los días para llegar a su lugar de trabajo se encuentran en muy malas condiciones. El aumento del precio del Subte incrementó considerablemente la cantidad de pasajeros en los ya escasos colectivos. En pie de lucha los chóferes, de el pasado mes abril la línea 60 que une Ciudad de Buenos Aires con el conurbano bonaerense; decidieron realizar después del despido de choferes. Este conflicto es solo una mínima muestra del descontento de los trabajadores del sector. Que deben soportar sobre sus espaldas la larga jornada laboral cargada de descontento de los pasajeros. Por otra Parte la empresa Tomas Guido dueña de varias líneas de colectivos dejo de funcionar el día 5 de Mayo 2012. El gobierno debió depositar subsidios tarifarios para que continúen con los servicios. Medidas que se consideran como “positivas”, en realidad solo son pequeños salvatajes para generar confianza en esta línea política Kirchnerista y minimizar la incertidumbre de miles de pasajeros. Esta estrategia solo tendrá resultado para un corto plazo, y más temprano que tarde saldrán a la luz la gran problemática de estas empresas. Ahora terminó de monopolizarse en Manos de Metrovías el transporte urbano de colectivos y trenes de la ciudad Autónoma de Buenos Aires da la certeza y el argumento de que nada va a cambiar teniendo presente de que Nación o Gobierno de la ciudad son los responsables directos de sus políticas de enriquecimiento para pocos empresarios que se llenan los bolsillos con el sufrimiento de quienes día tras día no tienen otra opción. Este es un gobierno devastador como fue en la década del noventa el menemismo.
La única salida digna es la estatización del sector de colectivos y de todos los medios de transporte público en manos de los trabajadores. La crisis persiste como lo dice Armand Hart Dávalos “basta ver memorias del saqueo, del cineasta Pino Solanas para darse cuenta de la magnitud del drama”.
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