(Agencia Walsh)
(AW) Dos terratenientes, amparados por el poder político y con el apoyo del Poder Judicial y policías fuertemente armados, participaron de una "cacería humana" en la comunidad diaguita Indio Colalao. Iban con 25 órdenes de captura. Ingresaron a las viviendas y rompieron las pertenencias de los aborígenes. Detuvieron a dos de ellos, que fueron trasladados a Tucumán.
Liliana Giambelluca (especial para Agencia Walsh)
Con la orden judicial de apresar a 25 diaguitas, la policía tucumana montó un fuerte operativo que ingresó a la Comunidad Indio Colalao, Base Riarte, ubicada al norte de Tucumán, en la frontera con Salta, en horas de la mañana del viernes último. De manera intempestiva entró a varias viviendas y destrozó las pertenencias de los comuneros.
El sábado a la tarde, los policías regresaron, intimidaron con balas de goma y entraron a la casa de la familia Tolaba, desconociéndose hasta el momento su situación.
El viernes, después de las 10 de la mañana, ingresaron a la comunidad diaguita tres colectivos y cinco camionetas, con efectivos policiales fuertemente armados, acompañados de tres personas de civil que aportaban los datos de vivienda de los comuneros. Entre ellos estaban los terratenientes Freddy Moreno Núñez Vela y Jorge Posse, quienes parecían formar parte del operativo.
Algunos de los móviles policiales y coches civiles no tenían patente.
Los comuneros supieron en las primeras horas del jueves que la policía ingresaría a la comunidad al día siguiente, por lo que algunos pudieron escapar, no así Beco Mercado. Después de violentar su casa, lo maltrataron frente a su esposa, hijos y su padre de edad avanzada y con problemas de salud. Lo trasladaron sin rumbo fijo. Luego se supo que lo llevaron a Trancas, de allí a Tafí Viejo y finalmente a Tucumán, donde lo hicieron declarar representado por un letrado oficial, sin esperar a su abogado defensor. Luego lo trasladaron a la Brigada, en carácter de detenido.
También detuvieron a Manuel Pastrana, sin informarle hacia dónde lo llevaban. Viajó junto con Beco pero él no declaró en tribunales y lo trasladaron a la jefatura policial de Tucumán.
La policía se movió en grupos: unos se apostaron en el portón de ingreso a la comunidad para impedir la entrada de comuneros; otros entraron a las viviendas para destruir las pertenencias y unos diez policías se movían por el territorio con los terratenientes Moreno Núñez y Posse.
En horas de la tarde se hizo presente la policía de la localidad El Jardín, provincia de Salta, bajo el mando de Nidia Valdéz. En el camino se encontró con el fotógrafo Gonzalo Avila y unos amigos, les solicitó identificación y les dijo que "si no la teníamos nos llevaban a todos presos, que ellos tenían ese derecho", dijo Avila.
Agregó que ellos estaban en la orilla del río, del lado salteño, para que la policía de Tucumán no les pudiera hacer nada, pero "Nidia dijo que eso era propiedad privada de una terrateniente amiga de Moreno y por esa razón nos querían llevar presos. Los chicos se tuvieron que retirar". También le informaron que "la policía iba a la casa de la familia Tolaba, comuneros que viven con su madre de edad avanzada. En inmediaciones de su casa se escucharon disparos, pero no supimos más nada".
El fotógrafo Gonzalo Avila permaneció en el territorio y continuó registrando en imágenes el movimiento policial.
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