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Este lunes 30 de julio comenzó en los tribunales platenses el juicio por la muerte de Christián Domínguez, que en febrero de 2005 apareció ahorcado en una celda de la comisaría Primera de Berisso. La versión policial y la primera autopsia determinaron que se había tratado de un suicidio, pero tras las denuncias de sus padres y una segunda autopsia se confirmó lo que se sospechó desde un principio: a Christian lo mató la policía. Por ANRed
Por ANRed - Sur (redaccion@anred.org)
Luego de siete años marcados por dilaciones judiciales, ocultamiento de pruebas y el desplazamiento de tres fiscales que investigaban el caso por mal desempeño, finalmente comenzó el juicio oral y público al que llegan imputados por la muerte los policías Luciano Príncipi, Germán y Víctor Gómez y por encubrimiento el oficial Antognelli.
A diferencia de muchos otros casos de gatillo fácil, este está caratulado como “tortura seguida de muerte”, lo que podría implicar condenas más duras que las que acostumbra el poder judicial bonaerense, que suele caratular estos hechos con figuras más leves.
Se estipula la declaración de más de 100 testigos y la ronda comenzó este lunes con los testimonios de los padres de la víctima, Pedro y Norma Domínguez, y su pareja Gabriela Calderaro.
Pedro aseguró que durante estos siete años recibió presiones de los más altos jefes policiales de la región para que no siga investigando. Acusó a los entonces comisario Sergio Chaile, la jefa distrital de Berisso, Adriana Bustich, y el exjefe departamental Juan Carlos Paggi –luego jefe de la bonaerense-, quienes lo visitaron en su casa e intentaron convencerlo de que su hijo se había suicidado.
También en la Sexta de La Plata
En tanto, los fiscales de Delitos Culposos de La Plata pidieron que sea elevado a juicio oral y público el caso donde se investiga la muerte de Maximiliano Díaz Subils, ocurrida en la comisaría Sexta en febrero de 2006. El joven de 20 años padecía una neumonía y fue obligado a dormir una noche a la intemperie y desnudo, lo que le provocó la muerte. La autopsia además reveló que había sido torturado, aunque la causa de la muerte fue su enfermedad maltratada.
Sin embargo, las acusaciones que pesan sobre los imputados son, como se dijo anteriormente, leves. El oficial Mario Rafael Ruiz está acusado de coacción, en tanto que las médicas María Leonor Di Paola, Verónica Alejandra García y Brenda Cecilia Varela por “homicidio culposo”, debido a la mala praxis que ejercieron cuando el muchacho fue derivado a los hospitales San Roque de Gonnet y Gutiérrez de La Plata y no se le diagnosticó la neumonía
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