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“Hoy afortunadamente nadie puede desaparecer de ningún lado”, dijo la Presidenta Cristina Fernández durante un acto en La Plata, cuando se refirió a “algunos que dicen que tienen miedo, y son cosas que hoy casi son una falta de respeto a nuestra historia. Miedo era el que teníamos nosotros, era el miedo a desaparecer”. Sin embargo olvidó algunos casos de personas desaparecidas en democracia, como Luciano Arruga, joven secuestrado el 31 de enero de 2009 por policías del destacamento de Lomas del Mirador, torturado y desaparecido. Por La Retaguardia
Por ANRed- E (redaccion@anred.org)
El que habla se equivoca. El que habla mucho, por regla proporcional, corre riesgo de equivocarse mucho. Cualquiera que habla o que escribe o que hace, puede equivocarse. La cuestión es que algunos nunca se disculpan.
La presidenta ayer cometió un error hiriente cuando dijo "hoy, afortunadamente, nadie puede desaparecer de ningún lado". La dolorosa frase, sin embargo, esconde alguna verdad: Luciano Arruga pudo ser secuestrado y desaparecido el 31 de enero de 2009 en el Partido de La Matanza justamente porque era un Nadie. Porque forma parte de un grupo social condenado: el de los jóvenes pobres que, o son visibilizados como un peligro, como posibles delincuentes, o terminan siendo negados. Eso es lo que tienen para elegir esos pibes hoy: o son lo peor o son nadie.
Y podríamos citar otros ejemplos, porque Luciano, se sabe aunque se niegue, no es el único desaparecido en democracia.
La presidenta Cristina Fernández tiene una gran oportunidad: puede pedir disculpas y recibir, al fin, a Vanesa Orieta, la hermana de Luciano. Podría sonar oportunista, pero también sería un síntoma de que al poder le interesa que los desaparecidos de hoy dejen de ser Nadie.
La Retaguardia
Reproducimos:
Seria un avance en la construcción de una mejor democracia que los organismos de Derechos Humanos se acercaran a la Presidenta a explicarle que los sectores pobres sufren la violencia institucional desde siempre, esta provoca entre tantos hechos violentos desapariciones.
Seria bueno que sepa que eso pasa hoy en democracia. Todo el pueblo necesita que la presidenta reconozca esta realidad cruel, para de este modo hacer visible esta problemática.
Decir que hoy "no hay desaparecidos" tiene mucho peso y engaña a la sociedad, es una gran traición a quienes hoy buscamos a nuestros familiares.
Porque esta frase aleja la responsabilidad política quitándole peso a nuestra denuncia.
Familiares y Amigos de Luciano Arruga
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