(Colectivo Avanzar)
El tema del Estado ha sido siempre esencial para los
revolucionarios. En diversos textos se
aborda esta importante cuestión. Podemos citar por ejemplo "El origen de
la familia, la propiedad privada y el Estado" de Federico Engels y
"El 18 Brumario de Luis Bonaparte" de Marx. Pero la obra que explica
mejor la teoría marxista del estado es sin duda El estado y la revolución de
Lenin.
El marxismo
nos enseña que el Estado es un instrumento para la opresión de una clase por
otra. Por lo tanto, el Estado no puede ser neutral. Ya en El Manifiesto
Comunista, Marx y Engels explican que “el gobierno del Estado no es más que una
junta que administra los negocios comunes de toda la clase burguesa” (Marx y
Engels, El Manifiesto Comunista) En una democracia burguesa en apariencia,
todos podemos elegir y decir lo que nos plazca. Sin embargo los que votan todos
los días y deciden son los grandes empresarios, los banqueros, los terratenientes.
Dicho de otra forma, la democracia burguesa es solamente otra manera de expresar
la dictadura del gran capital. Lenin caracteriza el Estado como un poder
situado aparentemente por encima de la sociedad”. Con apariencia de legalidad, de ser algo
imparcial. Sin embargo, detrás de la fachada de imparcialidad, se ocultan los
intereses de clase. El Estado en nuestra
sociedad capitalista representa la defensa de las relaciones de producción existentes. Sólo en momentos de graves crisis que sacuden
la sociedad hasta sus cimientos, cuando los oprimidos empiezan a levantarse
contra sus opresores, el Estado revela sus auténtica naturaleza. A lo largo de
la historia, en la sociedad esclavista, en la feudal y en la fase actual
capitalista o de esclavitud asalariada, siempre ha sido y será el instrumento
de opresión de la clase propietaria de los medios de producción, del capital
concentrado sobre la mayoría del pueblo.
Con la toma
del poder por la clase obrera, se instaura la dictadura del proletariado o democracia obrera. El nuevo gobierno
popular deberá evitar la reconquista del poder político por la burguesía
desplazada. Allí Lenin plantea cuatro puntos:
1) Elecciones libres con revocabilidad de
todos los funcionarios.
2) Ningún funcionario puede recibir un
salario más alto que un obrero cualificado.
3) Ningún ejército permanente, sino el
pueblo armado.
4) Gradualmente, todas las tareas de
administración del Estado se harán por todo el mundo de forma rotativa. “Cuando
todo el mundo es un burócrata por turnos, nadie es un burócrata”.
En la URSS a
partir de 1924 se hizo abandono de los consejos de Lenin y comenzó la
degeneración burocrática que terminó con la restauración capitalista. El Estado
no se puede abolir por decreto, sino que se disuelve en la sociedad en la
medida en que la transformación de las condiciones de vida de las masas lo permite.
Al desaparecer los antagonismos de clase, tenderá a extinguirse.
Desde
nuestro Colectivo recomendamos la lectura de esta obra a todos los trabajadores,
para enriquecerse de la teoría revolucionaria, tan necesaria para la acción.
Pese a haber
sido escrito en 1917, su actualidad es impresionante
Lenin dejó
inconcluso este libro, porque debió ser partícipe y actor fundamental en la
gran insurrección obrera de Octubre. Precisamente por eso sus palabras finales
a la primera edición afirman que es más agradable y provechoso vivir la
experiencia de la revolución que escribir acerca de ella.
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