



Ahora bien, esta “regulación” tiene un rasgo fatal para el capitalismo, porque las medidas que resultan ser más o menos eficaces en la lucha contra un proceso negativo en una esfera económica, provocan inevitablemente la agudización de fenómenos de crisis y contradicciones en otras. Causan perplejidad, angustia, zozobra en sus expertos profesionales y especialistas transformando pretendidos artesanos en chapuceros. Como lo demuestran los acontecimientos, la lógica de la vida y la experiencia, el principio de la ganancia es incompatible con las necesidades sociales, como lo es el capitalismo con una verdadera democracia. Aquellas y éstas políticas es el cianuro que envenenan y contaminan las relaciones sociales, políticas económicas y ambientales. A los pobladores de Tinogasta, Andalgalá y Belén. ¡Avanzar a paso firme contra el hambre, la enfermedad, y la muerte! ¡Por la vida, el agua pura y la salud! ¡Para que “el pico y la pala” estén al servicio del rescate de nuestros recursos y riquezas de nuestra patria y de nuestras familias y no al de las empresas mineras, cuya capacidad de robo superan a los piratas de todos los siglos, siendo estos niños de pecho al lado de aquellos ladrones! ¡Se exige la aplicación del convenio 169 de la Organización Internacional del trabajo, tierra y vivienda para los pueblos originarios! ¡Basta de represión! La consigna de hoy en lo social y político es unir, luchar, y vencer por el poder popular, la independencia nacional y el socialismo.
Contra la megaminería depredadora de la principal riqueza “la tierra y el hombre”.
Colectivo Avanzar por la Unidad del Pueblo.
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