Tokio, (PL) Autoridades japonesas confirmaron hoy un escape de agua con altos niveles de radiación del reactor 2 de la central nuclear 1 de Fukushima hacia el mar, situación que incrementa los temores sobre una mayor contaminación ambiental.
El agua se filtra a través de una grieta de 20 centímetros detectada en un pozo donde se almacenan cables eléctricos, según explicó la Agencia de Seguridad Nuclear.
Hidehiko Nishiyama, vocero de la entidad, señaló la urgencia de que la empresa Tokyo Electric Power Co, operadora de la planta, inicie las labores para resolver ese problema lo antes posible, en tanto se comprobará si igual situación se presenta en otras unidades.
Desde hace días se observa un aumento de la radiactividad en zonas marinas próximas a Fuklushima-1, escenario de la peor crisis nuclear en Japón desde 1945.
El complejo energético resultó seriamente dañado por el terremoto y el tsunami del pasado día 11, con consecuencias que preocupan más allá de las fronteras de este archipiélago, incluido el impacto de la contaminación en los productos de la industria pesquera.
En la central se trabaja para tratar de controlar el sobrecalentamiento en los reactores, para lo cual se han vertido enormes volúmenes de agua, ahora contaminada por los referidos escapes.
Su extracción urge para reducir el riesgo de que los trabajadores se expongan a la radiación y así facilitar las labores con vistas a restaurar los sistemas de enfriamiento, paso crucial para aliviar la crisis.
La cantidad de agua detectada en la central se aproxima a las 13 mil toneladas.
En esta jornada, el primer ministro Naoto Kan visitó una base de operaciones en la prefectura de Fukushima para estimular a los efectivos de las Fuerzas de Defensa y demás personal enfrentado a esta tragedia.
Con igual fin poco antes estuvo en un centro de evacuación en Rikuzentakata, en la prefectura de Iwate, donde conoció mejor la dura realidad de los allí alojados.
Uno de ellos, el pescador Kazuo Sato, recordó que todavía hay instalaciones de ese tipo sin electricidad ni agua, en tanto algunas personas ni siquiera han podido comenzar a buscar los cadáveres de seres queridos.
Tal situación explica su llamado al jefe de gobierno para que preste atención a esos problemas, de acuerdo con informaciones de prensa.
Rikuzentakata es solo una página de la corta historia del Japón arrasado por el terremoto y tsunami. En esa localidad de 23 mil habitantes se recuperaron más de mil cadáveres entre los escombros y las aguas, mientras los desaparecidos superan los mil 200.
También hoy continuó una búsqueda reforzada de víctimas del sismo de 9.0 grados en la escala de Richter y el subsiguiente maremoto, en la cual participa personal de las Fuerzas de Defensa, la guardia Costera, la Policía y bomberos.
Según se precisó, en esta segunda jornada se encontraron 18 cadáveres, mientras ayer sumaron 32. Estos nuevos esfuerzos concluirán mañana.
Un parte hasta las 16:00 hora local de este sábado fijó en 11 mil 828 el total de fallecidos por los mencionados desastres en 12 prefecturas, mientras 15 mil 540 personas se reportan desaparecidas en seis.
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