El rector Hallú precisó que para el ciclo académico 2013 los estudiantes ingresantes "deberán cumplir un mínimo de 40 horas obligatorias de trabajo comunitario o educación solidaria a lo largo de la carrera y relacionados con los conocimientos adquiridos", que se aplicarán en "zonas vulnerables".
La continuidad de la política llamada neoliberal se acentuó con el gobierno kirchnerista, con la gran cantidad de convenios, la mercantilización, la privatización encubierta y la acreditación de carreras a la Coneau. Con el disfraz de una supuesta “práctica social”, se volcarán miles de horas de trabajo no remunerado para realizar las tareas que el gobierno incumple desde el ángulo social y económico, en una Argentina que soporta el ajuste, los tarifazos y los bajos salarios de los trabajadores.
El slogan de devolver algo a la sociedad por parte de los estudiantes es una verdadera extorsión y una manera de dividir a la sociedad con un falso eje, dado que el estudiantado en su inmensa mayoría soporta la opresión junto con las clases y sectores populares, del sistema capitalista dependiente de la Argentina, gobernada por los representantes de la gran burguesía, en un período de gran concentración de la riqueza en pocas manos y de beneficios siderales para el gran capital.
Es así también como se pretende borrar el papel del movimiento estudiantil en su tradición histórica de lucha, la Reforma del 18, los cordobazos de los 70 y el estudiantazo del 2010, aún latente y potencialmente explosivo, condición existente e indispensable para derrotar este nuevo plan de Hallú y sus consortes del gobierno nacional.
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