(Prensa Latina)
Escrito por Fausto Triana
París,(PL) Una cifra récord de tres millones y medio de personas la víspera durante la huelga nacional en Francia y la extensión de las protestas hoy en el sector del transporte, parecieron insuficientes para el Gobierno.
A priori, el primer ministro Francois Fillon y sus principales colaboradores se mantuvieron intransigentes y reiteraron que seguirán hasta el final con las reformas a la ley de jubilaciones por considerarla "justa e impostergable".
El presidente de la Unión Nacional de Estudiantes de Francia (UNEF), Jean Baptiste Prevost, subrayó a la prensa que la incorporación entusiasta de los jóvenes a las movilizaciones fue "voluntaria, sin presiones y comprometida con la causa".
Prevost respondió así a Fillon, quien calificó de irresponsable al opositor Partido Socialista (PS) por impulsar la presencia de adolescentes en las marchas.
El cruce de ácidos comentarios entre la derecha del presidente de la República, Nicolás Sarkozy, Fillon y otros integrantes de la organización en el poder, la UMP, con el PS, la izquierda en general y los sindicatos, se incrementó en las últimas horas.
Martine Aubry, líder del PS, argumentó que la administración de Sarkozy ha tensado la cuerda a un nivel altamente peligroso y el movimiento social adquiere en estos momentos una postura clara de enfrentamiento.
Por su parte, Bernard Thibault, secretario general de la CGT, se congratuló de la respuesta de la población al paro, apuntó que la señal es elocuente y si el Gobierno quiere virar la espalda debe atenerse a las consecuencias.
No pretendemos bloquear al país ni crear situaciones desesperantes, sólo exigimos nuestro derecho a ser escuchados, a negociar con un verdadero espíritu constructivo, recalcó Thibault, apoyado por los restantes responsables de los gremios.
De hecho, el Senado jugó una mala pasada a los sindicalistas al impulsar con celeridad inusitada la adopción de las reformas para elevar la edad de retiros de 60 a 62 y del cobro de pensiones completas de 65 a 67 años, las manzanas de la discordia.
El tráfico ferroviario sufrió ayer intensas perturbaciones como consecuencia del paro de los controladores aéreos, por lo cual la Dirección General de la Aviación Civil (DGAC) tomará sus previsiones para este miércoles.
Didier Le Reste, líder de la CGT del sector ferroviario, consideró que la administración de Sarkozy se burla del sentir popular y de los conceptos de la democracia, con lo cual se invita a los trabajadores a extender la huelga.
"Las perspectivas de que el cese de las actividades siga en los próximos días son casi inminentes. El presidente Sarkozy no nos deja otra alternativa, se resiste a negociar y quiere imponer su criterio", puntualizó Le Reste.
Rockultural...Unidad y organización de los trabajadores.
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