(Agencia Rodolfo Walsh)
LA LUCHA QOM EN BUENOS AIRES
(AW) Hace ya más de un mes que las hermanas y hermanos qom se instalaron en Buenos Aires para hacer visible el avasallamiento cotiano que sufren. Lejos de los festejos de un bicentenario de un estado que jamás los incluyó. Los qom están en Buenos Aires. Con obstinada dignidad claman por justicia.Justicia por la que llevan más de 500 años de perseverante lucha. La solidaridad: una obligación. Publicamos un artículo del nuestro compañero Rodolfo Grinberg.
Restos de una vivienda quemada durante el ataque del 23 de noviembre
Por Rodolfo Grinberg
Desde el 9 de diciembre pasado un campamento "lastima" el paisaje de esta más que turística Buenos Aires. En Av. De Mayo y 9 de julio, hermanos y hermanas del pueblo Qom de la provincia de Formosa exigen la devolución de sus territorios. Derecho ancestral. También legal.
Un decreto del gobierno nacional en 1940 les otorgó 5000 hectáreas. ¿Reparación? ¿Cómo reparar la muerte? La muy criolla familia Celias usurpó parte de estas tierras. Como hace más de 500 años. Como lo hacen en forma regular quienes se creen poderosos. Dueños del dinero, de la indignidad y de los fusiles.
Cuatro meses habían pasado ya los qom en la ruta 86, cerca de Laguna Blanca durante 2010. Cuatro dignos meses de resistencia y sacrificio. Cuatro meses de funcionarios funcionales. Oídos bicentenarios. Solo fotos para el turismo. Solo poses para la indignidad y la ligitimización del abuso. Oídos prestos para escuchar ofertas sojeras.
En Formosa. En Laguna Blanca. En territorio ancestral qom. El bicentenario 2010 se despidió con muerte. La vieja enamorada de pobres y excluidos se colgó de la última hoja del calendario y empuño, una vez más, los fusiles represores. Dos hermanos cayeron bajo las balas policiales de la represión del 23 de noviembre.
La masacre continúa y no alcanzan los tardíos pedidos de perdón como pasó con Napalpí. No alcanzan promesas ni discursos. El negocio de la muerte sigue. Puede llamarse soja, minería, o cualquier otro nombre, según la región.
Napalpí y Rincón Bomba hieren la conciencia como una daga. No se trata solo de un relato histórico. La masacre aún no termina.
Napalpí, Chaco. 19 de julio de 1924. Gobiernan los radicales. Huelga de recolectores del algodón. La mayoría originarios, qom y mocovíes, también algunos criollos. Represión salvaje. Aviones, policías y gendarmes. Mutilaciones. Persecución para no dejar testigos. Más de 200 muertos. Hace 2 años el gobernador Capitanich pidió perdón por la matanza en nombre del estado. ¿Qué se debe perdonar? (Ver nota "No olvidar, no perdonar")
Rincón Bomba, Formosa. Octubre de 1947. Pleno gobierno del Gral. Perón. Más de mil hermanos y hermanas, en su mayor parte pilága, pero también qom, también mocovíes, también wichís, fueron asesinados por gendarmería. Solo reclamaban comida después de haber sido estafados por los empresarios del ingenio San Martín. (Ver nota "No olvidar, no perdonar")
Napalpí y Rincón Bomba hieren la conciencia como una daga. No alcanzan los perdones, los discursos y las promesas. El negocio continua. A veces le llaman "progreso". Lejos de las cámaras. Excluidos de los titulares. El tráfico de sangre no termina. Ayer vestido de algodón, hoy con sabor a soja.
¿Qué nombre darle si no a la visita cotidiana de la muerte por chagas, tuberculosis, hambre o falta de atención médica? ¿Fatalidad, tal vez?
Durante 2010 se denunciaron 65 muertes de hermanos y hermanas de las comunidades "La primavera" y "Juárez" de la Provincia de Formosa, por la contaminación del agua como consecuencia del uso de agroquímicos. ¿Cómo nombrarlas? ¿Negligencia acaso? No alcanza.
En Villa Río Bermejito, provincia del Chaco se denunciaron a principios de 2010 decenas de muertes de qom. Todas se podían evitar. Muchos niños. La respuesta oficial: sancionar a la obstetra denunciante, Selva Añasco. ¿Con que nombre llamar a tamaña desvergüenza? No existen muchas palabras, pero EXTERMINIO PREMEDITADO es lo que se nos ocurre en todos los casos. La lista sigue.
Desde el 9 de diciembre pasado un campamento "lastima" el paisaje de esta más que turística Buenos Aires. Y espontáneamente aparecen solidaridades. No hablamos de solidaridad firma. No de solidaridad comunicado. Tampoco de solidaridad discurso, ni de solidaridad de "mí" periódico voceado. Mucho menos de solidaridad despacho. Ninguna de ellas para depreciar. Aparece la solidaridad cuerpo presente. La solidaridad abrazo. La solidaridad hermano. La solidaridad necesaria. En pequeñas dosis, es cierto. Menos de la que hace falta para vencer.
Desde diciembre pasado en esta más que turística Buenos Aires, hermanos y hermanas del pueblo Qom de la provincia de Formosa exigen la devolución de sus territorios. Exigen justicia por los hermanos asesinados. Por los derechos ancestrales pisoteados. Exigen que se termine con la política colonizadora que comenzó hace más de 500 años. Están en Avenida de Mayo y 9 de julio empuñando su dignidad como principal arma. Hay en los rostros milenarios huellas de siglos de sufrimiento. Signos de mil batallas libradas. Sus ojos tiernos y duros a un tiempo, hablan de firmeza. Sus ojos afirman: NO NOS MOVERÁN.
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