(ANRed)
Matías Bernhardt era un adolescente de 18 años que estaba terminando el colegio y vivía en el barrio Santos Vega, de La Matanza. En la madrugada del 10 de febrero de 2007 salió a comprar cerveza junto con sus amigos cuando un auto casi los atropella. Detrás del vehículo iba una camioneta blanca con policías de civil de la comisaría 42ª de Mataderos, persiguiendo a un grupo de ladrones y efectuando disparos: uno de ellos alcanzó a Matías, quien cayó con un tiro en la nuca. Tras agonizar durante ocho horas en el hospital, murió. (Por RNMA)
Por RedAcción - LP
Los policías dijeron que el grupo que estaba con Matías iba armado y venían de robar. Sin embargo, en base a declaraciones y pericias realizadas en la causa, se comprobó que no hubo enfrentamiento armado y que Matías no participó de ningún robo.
Después de 5 años de la muerte se llegó al juicio oral que comenzó el 28 de mayo. Durante el proceso, la defensa intentó argumentar que hubo un intento de robo y un tiroteo, a pesar de lo revelado gracias a las pericias y testimonios.
El fiscal Alfredo Luppino decidió no acusar a Hernán Javier Biasotti, el policía imputado por el asesinato de Matías. Frente a Martín Bernhardt, su abogado el Dr. Alejandro Bois y el titular de Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) de La Matanza, Pablo Pimentel, Lupino manifestó su desprecio a las políticas de “derechos humanos”.
Parte del juicio giró en torno a si Matías era o no un ladrón. Bois, el abogado de la familia del joven manifestó “Esto parece más un juicio al barrio Santos Vega que un juicio por homicidio”.
El pasado 18 de junio el Tribunal Oral en lo Criminal Nº3 de La Matanza resolvió absolver a Biasotti. El crimen de Matías quedó impune: su familia sigue pidiendo justicia.
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