Macrismo: Lo que importa es el dinero, la salud va y viene:
(AW)Trabajadores de la salud de la Capital Federal denuncian la precarización a la que los somete el actual gobierno de la ciudad en un comunicado por el cual tambien elevan un pedido de intervención en este asunto a la Comisión de Salud de la Legislatura porteña.
A los legisladores de la Comisión de Salud de la Legislatura de la CABA
Los empleados del Ministerio de Salud de la CABA (profesionales, técnicos y administrativos) queremos expresar nuestra preocupación e indignación por la situación de avasallamiento que vivimos desde la asunción de la actual gestión de gobierno.
La implementación en forma intempestiva e inconsulta de un sistema centralizado de compras, tercerizado en una empresa privada (vinculada a la familia del actual jefe de Gobierno) más los recortes presupuestarios, desencadenaron el desabastecimiento progresivo de insumos básicos en hospitales y centros de salud con profundo impacto en la salud de los sectores socialmente más vulnerables.
Además de impactar en la salud de las personas, esta situación afectó dramáticamente el desempeño de los equipos de este ministerio al tener que destinar tiempo y esfuerzo de personal calificado exclusivamente al seguimiento de licitaciones de insumos para tratar de paliar la profundizació n del estado actual de desabastecimiento.
En sintonía con esta política exclusiva, desde el inicio de la actual gestión fue desarticulada la red de atención primaria de la salud, lo que en teoría se basó en una estrategia superadora a través de las regiones sanitarias que en la práctica nunca funcionó, y que dejó sin interlocutores válidos en los niveles centrales a los centros de salud.
Durante este año el ministro y su gabinete se mudaron a un nuevo edificio construido originalmente como sede del SAME, en la intersección de las calles Monasterio y Amancio Alcorta.
Invitamos a los señores/as legisladores/ as a visitar dicho edificio para que puedan comprobar personalmente que se trata de un lugar muy bonito, moderno y ABSOLUTAMENTE INACCESIBLE PARA LAS PERSONAS, tanto para los empleados que allí trabajan como para los miembros de la comunidad que requieran los servicios de este ministerio.
Para el traslado de los programas del Ministerio de Salud al nuevo edificio se está ejecutando una política arbitraria, desordenada y, por momentos, incomprensible, que pasamos a detallar.
Varios directores de programa fueron intimados verbalmente a "buscarse un lugar", como sea y donde sea, lo cual implica un desmembramiento institucional inaceptable. Además, estas acciones se realizaron en un marco intimidatorio y sin ningún respeto por nuestro trabajo, teniendo que padecer también la falta de mantenimiento del edificio (muchas veces sin agua, con baños rotos o ascensores sin funcionar) y sin soporte técnico. Nos preguntamos si seguirá en las mismas condiciones este edificio cuando vengan a instalarse otras personas.
Según comentarios realizados al pasar por los mismos funcionarios, estas oficinas serían ocupadas por personal del Ministerio de Hacienda y del área administrativo- económica del propio Ministerio de Salud, dedicados exclusivamente a las cuestiones financieras de la salud. Es sumamente preocupante la hipertrofia del aparato burocrático-administ rativo en detrimento de los programas técnicos encargados de ejecutar las políticas públicas.
Mientras que algunos de los programas más chicos y/o con menos circulación de gente fueron trasladados al edificio de Monasterio, otros fueron prácticamente desalojados del edificio de Carlos Pellegrini, y los equipos, obligados a peregrinar por los hospitales en busca de algún rincón donde ubicarse. El detalle del éxodo forzado es el que sigue:
- Programas de Promoción y Protección y de Salud Comunitaria: fueron al Hospital Rivadavia
- Programa de Nutrición: lo desalojaron al Hospital Elizalde sin consultarles a sus autoridades, por lo que tuvieron que instalarse transitoriamente en un bar de la zona.
- Dirección de Capacitación y Desarrollo: su directora, junto con su secretaria y algunos integrantes del equipo se trasladaron al edificio de Monasterio, mientras que el resto del personal quedó librado a su suerte y boyando por distintos hospitales de la ciudad.
- Programa de Adolescencia: Hospital Rivadavia
- Salud Escolar: Hospital Álvarez
- Coordinación de Conductas Adictivas: Centro 33
- Discapacidad: desalojados del edificio de Medrano a la espera de un lugar en el centro 38, que funciona en la planta baja.
Todavía queda sin trasladar:
- el Programa de la Coordinación Sida que, por el momento, es "inubicable", según la concepción burocrática de esta gestión, debido a que está formado por un equipo de más de 20 personas que trabajan articulando acciones con organizaciones de la sociedad civil y que tiene la responsabilidad de organizar la logística de distribución de medicamentos para 9.000 personas con VIH que se atienden en los hospitales de la ciudad. También se encarga de gestionar los trámites para los análisis de laboratorio de más de 14.000 personas que viven con el virus.
- la Coordinación de Prensa y Comunicación Institucional, con destino incierto.
Por todo lo expuesto, pedimos a la Comisión de Salud de la Legislatura que intervenga para revertir esta grave situación institucional que, además del desmantelamiento de un edificio público, implica la desarticulació n de todos los programas encargados de implementar políticas públicas de salud en la ciudad de Buenos Aires. Asimismo, como trabajadores de la salud exigimos se respete nuestro derecho a preservar las condiciones de trabajo para cumplir con nuestro deber de garantizar las prestaciones que las personas necesitan.
Trabajadores profesionales, técnicos y administrativos del Ministerio de Salud del GCABA
Rockultural...Macri no tiene más remedio, la Salud no puede pagar más el costo con la inoperancia de su gestión. Las condiciones del sistema de salud porteño estan en terapia intensiva.
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