El próximo 28 de agosto, la legislatura neuquina escribirá una nueva página en la historia, una página llena de incoherencias, traiciones, entregas y mentiras.

Esta no es una simple anécdota, esto es mucho más grave aún que incluso las privatizaciones de los 90´, hoy no solo hablamos de saqueo, sino también de contaminación y muerte. No bastan las miles de publicaciones, que de manera fehaciente, se declaran en contra de la fractura hidráulica, para la explotación del petróleo y el gas NO CONVENCIONAL.
Lejos de querer esclarecer las razones por las cuales, ambos gobiernos (nacional y provincial) realizaron por decretos, modificaciones a las actuales leyes y reglamentaciones vigentes en materia económica, energética y de medio ambiente, para favorecer “inversiones” de las multinacionales del saqueo, corrupción, contaminación y muerte, siguen en la impostura de defender lo indefendible y no escuchar el reclamo popular que sigue creciendo.
No pueden ser las supuestas “inversiones”, superiores al bien común, a la sustentabilidad del ambiente, a la vida. Esta historia ya la hemos vivido, ya nos han realizado promesas inconclusas, ya nos han vendido varias veces espejitos de colores, ya “…Hemos guardado un silencio, bastante parecido a la estupidez…”
“Nuestros sistemas de inquisidores y verdugos no sólo funcionan para el mercado externo dominante; proporcionan también caudalosos manantiales de ganancias que fluyen de los empréstitos y las inversiones extranjeras en los mercados internos dominados”. “Se ha oído hablar de concesiones hechas por América latina al capital extranjero, pero no de las concesiones hechas por los Estados Unidos al capital de otros países… es que nosotros no damos concesiones” advertía allá por el 1913, el presidente norteamericano Woodrow Wilson.
Él estaba seguro: “un país – decía – es poseído y dominado por el capital que en él se haya invertido”. Y tenía razón.
"Es América latina, la región de las venas abiertas. Desde el descubrimiento hasta nuestros días, todo se ha trasmutado siempre en capital europeo o, más tarde, norteamericano, y como tal se ha acumulado y se acumula en los lejanos centros de poder. Todo: la tierra, sus frutos y sus profundidades ricas en minerales, los hombres y su capacidad de trabajo y de consumo, los recursos naturales y los humanos. El modo de producción y la estructura de clases de cada lugar han sido sucesivamente determinados, desde afuera, por su incorporación al engranaje universal del capitalismo”•
(Fragmento del libro “Las venas abiertas, de América latina” de Eduardo Galeano).
Que vigente se siente este fragmento del libro de Galeano, y es que la realidad demuestra, que a pesar del esfuerzo producido por las grandes mayorías populares, conscientes del vaciamiento del estado, poco se ha logrado.
Vivimos una historia repleta de traiciones, llego la hora de decir ¡BASTA!.
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