(ANRed)
Crónica de la represión policial que sufrieron ayer las 200 familias que viven en el asentamiento Villa Numancia, en la localidad de Presidente Perón, partido de Almirante Brown, de donde fueron parcialmente desalojadas por unos 400 efectivos del cuerpo de infantería de la policía provincial. El desalojo se realizó a medias ya que se suspendió por 15 días. "Los vecinos van a empezar a gestionar la lucha y la organización para lograr las tierras", indicó Nicolás, uno de los vecinos del barrio.
Por ANRED - C (redaccion@anred.org)
Ya por medio de comunicados de prensa los vecinos y vecinas de Villa Numancia habían estado difundiendo en la zona el martes 30 pasado que tenían información de que miércoles 31 iba a tener lugar un intento de desalojo policial de las 200 familias que vivían en el predio.
Es por eso que los vecinos y vecinas decidieron acampar durante toda la noche frente al centro comunitario autogestionado que se encontraba en Numancia Sur en Guernica.
"A eso de las 6 y media empiezan a comenzar a llegar a avisar distintos vecinos que en las zonas aledañas estaba repleto de policías, infantería, caballos, bomberos de la policía, perros y muchos efectivos policiales", cuenta un Nicolás, vecino que fue testigo de la jornada represiva.
A las 7 comenzó el hostigamiento y encierro policial a la gente del barrio por las calles que rondaban las manzanas, en las cuáles los vecinos ya hacía 9 meses que se habían instalado, en principio con aval del municipio. Cuando ven este avance policial, los vecinos comenzaron a armar barricadas para la policía que no pueda llegar con las máquinas al barrio. "Se había conseguido un recurso de amparo que pateaba el desalojo 20 días y jamás se presentó un fiscal. Comenzaron a demoler casas de diferentes niveles de precarizacion, desde las mas bajas de todo chapa o madera hasta las casas con lozas y material", denuncia Nicolás.
"La policía vuelve a la carga de a poco hasta que los balazos de goma se vuelven generalizados, las casillas empiezan a arden, ya que la gente en la desesperacion preferÍa incendiar sus casillas antes que la policÍa lo haga, para que sea mas fácil el trabajo de las máquinas. - relata Nicolás - Ahí me pegan un balazo de goma en el brazo, hecho casi sin importancia por un lado porque no fue grave y segundo porque a comparacion con las 60 familias que perdieron sus viviendas lo mío no tenía importancia, un recuerdo de que la policía es una mierda, ya que atrás y a los costados míos venían escapando mujeres con niños a las que veníamos cubriendo. Desde el costado de la toma vemos como las máquinas rompen y las casillas siguen incendiándose mientras algun que otro vecino sigue desarmando su casa para poder rescatar algo de lo que habían invertido en ella".
Finalmente, cuando ya había sucedido casi todo, llegó personal de la Defensoría del Pueblo, que logró parar el desalojo parcialmente y comenzar las gestiones con el municipio. Lo que se logró, finalmente, luego de ese movido día represivo fue que el desalojo de la toma se retrasa por 15 días más en los lugares donde la policía no llegó a derrumbar las viviendas.
Ante la pregunta de qué piensan hacer de ahora en más los vecinos y vecinas, la respuesta de Nicolás fue contundente: "Van a empezar a gestionar la lucha y la organización para lograr las tierras".
Reproducimos a continuación un video informativo realizado por un medio local:
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