Lomas del Mirador
Lo que repudiamos en estas líneas es la impunidad por sobre la impunidad. Anoche Mario, un joven de 16 años, volvía a su casa después de salir del trabajo. Eran las 23.30 y caminaba por Lomas del Mirador, mientras un Duna color champagne sin patente lo seguía. El auto para, bajan dos hombres, uno uniformado –policías-, el otro de civil. Lo ponen contra la pared y lo increpan. La denuncia fue hecha esta tarde en la Fiscalía Nº 9 de La Matanza, la causa está a cargo del Dr. Quiroga. Mario es el hermano de LUCIANO ARRUGA. Tiene la misma edad que tenía Luciano cuando fue torturado, asesinado y desaparecido por la policía bonaerense. El caso de Luciano es conocido de norte a sur, la lucha de su familia, amigos y organizaciones permitió convertir el rostro de Luciano en un símbolo de la realidad más cruel que interpela a los jóvenes de barrios pobres: el reclutamiento depibes para robar para la policía. Un destino marcado por los policías, decidiendo como dioses por sobre la vida de cualquier pibe o piba. Que esto le suceda al hermano de Luciano Arruga, habla de la impunidad deliberada de una asociación mafiosa que alcanza a la institución policial, con el aval necesario de la política y de la justicia. Aun hoy la policía sigue siendo controlada por la misma policía, es decir, no tienen control. El círculo vicioso y mafioso termina en la inseguridad de ricos, medianos y pobres. En la inseguridad que denuncian vecinos de Caballito o cualquier barrio clase media, y en la inseguridad que desapareció a Luciano. Recordemos que hace dos semanas han robado documentación de la Casa APDH La Matanza, que acompaña el caso de Luciano, dejando un claro mensaje, “no hablen, nomiren”. Repudiamos las amenazas, los amedrentamientos, la persecución, y pedimos a las autoridades políticas, municipales y provinciales, velen por el cuidado de la familia de Luciano Arruga, por sus amigos, por los militantes de derechos humanos que acompañan, ante la situación de amenaza que venimos padeciendo desde siempre, pero sobre todo en el último mes. Y a la sociedad, no naturalicemos la violencia institucional, la impunidad, el reclutamiento de pibes para robar. Todos los sectores sociales, sin distinción de clase,son atravesados por esta mafia. Resulta urgente la unión del campo popular ante la impunidad policial.
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