Los uniformados les dispararon a unos 15 metros de distancia.
Podría haber hasta 38 muertos
La policía sudafricana disparó el jueves contra mineros en huelga armados con machetes y palos en la mina de platino Marikana de Lonmin, matando al menos a 30 hombres en escenas que motivaron comparaciones con la brutalidad vivida durante la era del apartheid.
En el incidente, filmado por la angecia Reuters, agentes dispararon con armas automáticas contra un grupo de hombres que surgió desde atrás de un vehículo y comenzó a correr hacia las líneas policiales. La descarga de balas levantó una nube de polvo, que se despejó para revelar las cadáveres tendidos en el suelo.
El presidente Jacob Zuma dijo que estaba "horrorizado y consternado" por lo que parece ser una de las operaciones policiales más sangrientas desde el fin de los gobiernos de minoría blanca en 1994 en la mayor economía de Africa. "He ordenado a las agencias de la ley que hagan todo lo posible por controlar la situación y que los perpetradores de la violencia rindan cuentas ante la justicia", dijo en un comunicado.
La policía confirmó la cifra de muertes en la operación para dispersar a 3.000 operadores de perforadoras que protestaban y se habían reunido en una formación rocosa cerca de la mina, a 100 kilómetros al noroeste de Johannesburgo.
Los precios mundiales del platino saltaron hasta 30 dólares la onza, más de un 2 por ciento, a un máximo de seis días a medida que la extensión de la violencia se hizo notoria en el país que posee el 80 por ciento de las reservas conocidas.
Los líderes de la radical Asociación de Trabajadores Mineros y Sindicato de la Construcción (AMCU, por sus siglas en inglés), que representaba a la mayoría de los obreros en huelga, acusó a la policía por la masacre. "No había necesidad alguna de que esta gente muriera de esta manera", dijo a Reuters el secretario general Jeffrey Mphahlele.
Algunos comentaristas compararon las escenas a las imágenes de la policía disparando contra multitudes de manifestantes en distritos de gente negra durante la era delapartheid. "No puedo pensar en una confrontación entre manifestantes y policías desde 1994 que haya ocurrido de esta manera", dijo Nic Borain, un analista político independiente.
Los disturbios han obligado a los dueños de Marikana en Londres a detener la producción de todas sus operaciones en Sudáfrica, que corresponden al 12 por ciento de la producción mundial de platino. Lonmin dijo que ha perdido el equivalente a 15.000 onzas de ese metal por la paralización de seis días y que es poco probable que alcance su meta de producción anual de 750.000 onzas.
Sus acciones cayeron a mínimos de cuatro años, perdiendo un 6,7 por ciento en Londres y un 7,3 por ciento en Johannesburgo. En total, han perdido más de un 13 por ciento desde que comenzaron los disturbios el fin de semana.
Después de la masacre, Lonmin publicó en su web oficial un comunicado en el que su presidente, Roger Phillimore, dice estar "tratando el desarrollo de los acontecimientos sobre las operaciones de la policía con la mayor seriedad".
En su particular enfoque de la situación, asegura rechazar la pérdida de vidas "en lo quees claramente un problema de orden público más que un conflicto sobre relaciones laborales".
Fuente: Reuters
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