La “ruta del dinero K” volvió a poner la lupa sobre viajes ya denunciados por diferentes medios, en especial el sureño OPI Santa Cruz. En 2011, Clarín difundió un cheque con la firma de Matías Bezi, ex tesorero de la Casa de Santa Cruz y hoy diputado provincial por La Cámpora y amigo personal de Máximo Kirchner.
Según recuerda este viernes OPI, en 2003 se le pagaba a los hermanos Juliá —condenados en una causa por enviar droga a España— desde Casa de Santa Cruz, por servicios aéreos para Néstor Kirchner. Después, Lázaro Báez le terminaría comprando uno de sus aviones.
El 19 de junio de 2003, poco menos de un mes después que Néstor asumiera la presidencia, el entonces director de Tesorería de la Casa de Santa Cruz en Buenos Aires, Matías Bezi, hoy diputado provincial por La Cámpora y amigo íntimo de Máximo, firmó un cheque del Banco de Santa Cruz por $139.000 a favor de Federal Aviation SA, constituyendo uno de los pagos a esa empresa de taxis aéreos, perteneciente a Eduardo y Gustavo Juliá hijos del Brigadier menemista.
La fotocopia de dicho cheque fue difundida por Clarín en 2011, cuando Bezi aún no era muy reconocido en la agrupación kirchnerista. Sin embargo, hoy puede verse claramente cómo desde su temprano ingreso a la política provincial, Bezi ha sido parte de esta actuación destacada a favor de Néstor Kirchner, cuando, desde la Casa de Santa Cruz, el hoy diputado, libraba cheques del Estado provincial para pagar la campaña política del entonces gobernador santacruceño, quien cruzada los cielos a bordo del Lear Jet 25 transportado por Eduardo “Piluso” Juliá, hoy condenado por narcotráfico.
Según destaca OPI, se estima que la campaña 2003 a Presidente le costó en taxis aéreos a Néstor una cifra cercana al millón 300 mil pesos, dinero que salió de las arcas de la Casa de Santa Cruz en Buenos Aires.
“El Lear Jet 25 matrícula LV-ZTH fue el avión predilecto de Néstor, Scioli y Lázaro Báez. El empresario K fue un asiduo cliente de los hermanos Juliá, propietarios de Federal Aviation SA, mascarón que ocultaba una organización de narcolavado, como quedó demostrado cuando el Challenguer 604 de los Juliá, quedó interdictado en España con 940 kgs de cocaína y ellos condenados a 13 años de prisión”, indica OPI.
Cuatro años después, y luego de una veintena de vuelos a bordo de la máquina LV-ZSZ, Lázaro Báez le compró el avión a los Juliá por una cifra cercana al millón y medio de dólares, el cual integró junto con su otra máquina, un Becchfrat, a la flota de Top Air SA, empresa de taxis aéreos que desde hace más de dos años presta servicios a la gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos, quien, recientemente suspendió los contratos que la unían a Báez.
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