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domingo, 21 de abril de 2013

QUINCE AÑOS DE PRISIÓN PARA JOSÉ PEDRAZA

(Agencia Walsh)
Se apelará el fallo
1_-_OJO_EN_COLECTIVO(AW) La Justicia condenó a 15 años de prisión a José Pedraza y a Juan Carlos Fernández por ser "penalmente responsables" del delito de homicidio contra Mariano Ferreyra. Las penas máximas se fijaron para los autores de los disparos: 18 años de prisión para Cristian Favale y Gabriel Sánchez. La misma pena recibió Pablo Díaz, quien los contrató. Tres absoluciones. Los familiares de los condenados rechazaron el fallo con insultos a los jueces. Toda la cobertura de Agencia Walsh, desde las palabras de los acusados a la mañana hasta el acto del P.O. a la noche, luego del veredicto.

Foto: Ojo en Colectivo

Por Liliana Giambelluca

Con la condena a 14 acusados y tres absoluciones, los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal N° 21 de la Capital Federal, Horacio Días, Diego Barroetaveña y Carlos María Bossi, dieron por finalizada esta etapa del juicio oral y público realizado durante 75 audiencias a lo largo de ocho meses, en la Sala AMIA de los Tribunales de Comodoro Py.
El homicidio de Mariano Ferreyra se produjo el 20 de octubre de 2010, cuando entre la estación de trenes de Avellaneda y Barracas una patota contratada por la Unión Ferroviaria reprimió la protesta de un grupo de trabajadores tercerizados de la línea Roca, que reclamaban su reincorporación y el pase a planta permanente.
Por unanimidad el Tribunal condenó este viernes a José Ángel Pedraza y a Juan Carlos "Gallego" Fernández, a 15 años de prisión por ser penalmente responsables del delito de "homicidio en concurso ideal con homicidio en grado de tentativa en calidad de partícipes necesarios", contra el militante del Partido Obrero, Mariano Ferreyra.
Pedraza y Fernández fueron los únicos ferroviarios que no estuvieron presentes en el lugar de los hechos ocurridos el 20 de octubre de 2010, pero idearon el plan y ordenaron el ataque a los manifestantes, aseguraron los abogados de la querella, por lo que, en su calidad de "instigadores", pidieron cadena perpetua para los sindicalistas por el crimen de Ferreyra. Figura que ponderó la fiscal María Luz Jalbert y pidió la misma pena.
En su veredicto, los jueces destacaron la "verticalidad" instalada en la conducción ferroviaria y que, en palabras del condenado Díaz, "nada se hace sin el visto bueno de Pedraza" y "yo no hubiera hecho nada sin el consentimiento de Pedraza". Sin embargo, el tribunal entendió que "no existió instigación en cadena" y que los gremialistas sólo otorgaron "apoyo moral y objetivo", y que ello "constituye complicidad necesaria y no instigación".
"No sabemos qué tirador terminó con la vida de Mariano Ferreyra", dijo el juez y presidente del tribunal Horacio Días, pero de la prueba testimonial surgió que Cristian Daniel Favale y Gabriel Fernando Sánchez fueron los que dispararon. "¿Por qué no se disparó antes?", preguntó. "Porque no habían llegado Favale ni Sánchez", respondió. La condena para ambos integrantes de la patota fue de 18 años de prisión por ser penalmente responsables del delito de homicidio en concurso ideal con homicidio en grado de tentativa en calidad de "coautores".
La misma pena le tocó a Pablo Marcelo Díaz en su calidad de "partícipe necesario", por ser el encargado de contactar a la patota que disparó contra los militantes.
La fiscalía también había pedido cadena perpetua para estos tres últimos imputados.
El tribunal no compartió con la querella CORREPI-APEL que estuviesen probadas las conexiones entre el poder político, sindical y empresario, pero sí entre la policía, el sindicato y la patota. "¿Por qué Favale se maneja con tanta seguridad? Porque contaba con el apoyo del sindicato y porque sabía que no lo iba a detener la policía", dijo el juez Días.
El juez dijo que no había "prueba directa" contra Pedraza, pero "sí indicios posteriores" de que el sindicalista "se ocupó de Favale" porque intercedió por él con "llamadas telefónicas". Hubo "un interés de José Pedraza de ocuparse de Favale", agregó. Pero deja afuera al poder político: el ministro de Trabajo Carlos Tomada "se quiere sacar de encima" a Pedraza. "No hay complicidad", concluye. En esta ocasión, "la escucha telefónica" jugó en favor del titular de la cartera de Trabajo.
Recibieron penas de 11 años de prisión los ferroviarios Jorge Daniel González y Francisco Salvador Pipitó. El delegado de los Talleres de Remedios de Escalada, Claudio Fernando Alcorcel, recibió 8 años.
De los policías acusados, las máximas condenas recayeron sobre Luis Osvaldo Mansilla y Jorge Raúl Ferreyra (10 años) por haber liberado la zona para el ataque de la patota de la UF. Hugo Ernesto Lompizano, Luis Alberto Echavarría y Gastón Maximiliano Ezequiel Conti fueron condenados a 2 años de prisión por el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público.
David Ismael Villalba recibió una multa de $ 12.500, inhabilitación especial por un año y costas.
Fueron absueltos los ferroviarios Juan Carlos Pérez, Guillermo Armando Uño y Rolando César Garay (Ver nota aparte "Caso Mariano Ferreyra: parte dispositiva del veredicto").
El tribunal fijó para el 17 de junio próximo, a las 12, la audiencia de lectura de los fundamentos de la sentencia.
Acompañaron esta jornada, para muchos histórica según los comentarios, además de militantes y referentes del Partido Obrero de distintas partes del país, su dirigencia: Jorge Altamira, Néstor Pitrola, Marcelo Ramal y Gabriel Solano, entre otros. Vilma Ripoll (MST). Christian Castillo y Myriam Bregman (PTS). Rubén "Pollo" Sobrero (dirigente gremial de la exlínea del ferrocarril Sarmiento). Elia Espen y Mirta Baravalle (Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora). Pablo Pimentel (titular de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos -APDH- La Matanza). Marcela Gudiño (Colectivo Memoria Militante). Laura Ginsberg (Apemia). Sandra Rodríguez. Herman Schiller. Diego Rojas. Leandro Despouy (Presidente de la Auditoria General de la Nación). Ailén y Marina Jara, entre otros. Los representantes kirchneristas se mencionan más adelante.

PROTESTA CON INSULTOS A LOS JUECES
A las 19:50 aún faltaba el veredicto de siete imputados cuando, desde la sala superior destinada a los familiares de incriminados, comenzaron a insultar a los gritos a los jueces, en disconformidad con las condenas que estaban escuchando. El presidente del tribunal interrumpió su lectura.
Por segunda vez, el barrabrava del club Defensa y Justicia, Cristian Favale, lloró. Se puso de pie y, dirigiéndose al tribunal, a los gritos y entre sollozos, dijo: "Se ríen de mi familia. Se ríen de mi familia", y con su brazo extendido señaló hacia la sala del piso superior, donde estaban sus parientes y amigos.
Había incertidumbre y tensión en el recinto principal porque el griterío continuaba y los gendarmes no desalojaban la sala de arriba. Elsa Rodríguez debió ser retirada por sus hijas porque se sintió muy afectada.
Pedraza y Alcorcel aprovecharon y se pusieron de pie. Saludaban a sus familiares agitando los brazos y enviaban besos con la mano.
Los magistrados optaron por retirarse y regresaron diez minutos más tarde, cuando cesó la protesta.

PEDRAZA: "JAMÁS HEMOS REGISTRADO UN HECHO DE VIOLENCIA"
Antes de conocerse el veredicto, los imputados tuvieron la posibilidad de hacer uso de su derecho a la última palabra. De los 17 sólo se manifestaron José Pedraza, Cristian "Harry" Favale y Gabriel "Payaso" Sánchez.
A las 10:45, José Pedraza se dirigió a los jueces y dijo que no le resultaba "fácil decir las últimas palabras" porque consideraba que tendrían "un valor testimonial", dado que ya estaría "el veredicto final no sólo redactado, sino también firmado".
Seguidamente dijo "Soy peronista desde que era un niño, hijo de un ferroviario peronista" y resaltó como un valor la lealtad hacia Perón por parte de las fuerzas sindicales. Dijo que "hace treinta años que la Lista Verde está como única conducción de la Unión Ferroviaria (...) y jamás hemos registrado un hecho de violencia, jamás un lastimado o un herido", a pesar de "los numerosos cortes de vía que hemos sufrido en nuestra actividad".
Esta última frase, y otras de semejante estilo, parecían provenir de un defensor de la patronal y no de los trabajadores.
Luego agregó que "la bala que rozó el corazón de (Néstor) Kirchner, también rozó el corazón de todos los ferroviarios y en particular el mío".
"Yo jamás promoví, imaginé, ni tuve nada que ver con el desgraciado crimen de su hijo", afirmó el sindicalista, dirigiéndose a la madre de Ferreyra. Y agregó: "Lamento que la bandera de justicia por Mariano Ferreyra se haya transformado en una miserable bandera de perpetua a Pedraza".
"Espero sinceramente que en el veredicto final, señores jueces, se refleje el derecho y la justicia, que no haya habido ningún tipo de interferencia ni mediáticas ni políticas. Estoy absolutamente seguro de mi inocencia, pero sé de los riesgos políticos y mediáticos que corro", finalizó Pedraza.
El presidente del tribunal le aclaró al gremialista que "el veredicto no está ni resuelto, ni impreso, ni firmado".
A continuación, Cristian Favale demostró que su valentía de barrabrava matón desaparece cuando está sin revólver o cuchillo (en noviembre de 2011 le dio cuatro puñaladas a otro preso en el penal de Ezeiza, donde se encuentra alojado). Entre sollozos agradeció a su esposa, a su familia, a los amigos y a su abogada que "me acompañan" y "creen en mí". Ahogado por la emoción se declaró "inocente", al igual que el ferroviario Gabriel "Payaso" Sánchez, ambos acusados de ser los autores de los disparos. Este último se dirigió a la madre de Ferreyra y le aseguró: "Yo no lo maté, señora".

"EL FALLO ES CONTRADICTORIO"
El dirigente del Partido Obrero, Jorge Altamira, dijo a la prensa que se apelará el veredicto. Néstor Pitrola, desde el palco instalado frente a los tribunales, ratificó la decisión del partido porque "el fallo es contradictorio", dado que el tribunal resaltó hechos que luego no condenó. Agregó que "hubo un esfuerzo [por parte de los jueces] de absolver las tres patas de la responsabilidad del Estado". Destacó que "no nos vamos con las manos vacías" porque hubo condenas, pero "queremos que se haga justicia hasta el final".
En el mismo sentido se pronunció la abogada María del Carmen Verdu, quien también habló a los militantes desde el palco. Dijo que se apelará el fallo porque se "condenó con levedad". Agregó que lo que el tribunal señaló como debilidad de la CORREPI, para los abogados de la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional "es un orgullo". Dijo que no asumen las defensas de las víctimas para hablar "de lo que dicen los códigos y las leyes", sino para abordar "una visión del mundo que nos llena de orgullo: nuestra lucha no sólo es por la sentencia, sino también por la conciencia". Finalizó con un principio de la Coordinadora: "contra la represión, ¡organización y lucha!".
Cerró el acto la abogada del P.O, Claudia Ferrero, quien ratificó que se apelará ante la Cámara de Casación.
Por su parte, Pablo Ferreyra, hermano de la víctima, en diálogo con la prensa dijo que "en principio el fallo es positivo". Su madre, Beatriz Rial, quebrada por el llanto, no realizó declaraciones.
Dos Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora estuvieron en el Tribunal desde antes de las 10 -hora anunciada como comienzo de la jornada- hasta alrededor de las 21 en que se terminó la lectura de la parte dispositiva. Elia Espen dijo a Agencia Walsh que el fallo le pareció "medio positivo" y que quería ver "la conclusión final luego de las apelaciones". Por su parte, Mirta Baravalle rescató que "los culpables hayan sido llevados a juicio", pero "uno siempre quiere más justicia y no estas condenas, sino las que la familia y los abogados pidieron".
Pablo Pimentel (APDH La Matanza) destacó que "esperaba un veredicto de cadena perpetua", y que "luego de las apelaciones es esperable que la Cámara no baje las penas".
Horacio Verbitsky dijo que el veredicto, "aunque no es la pena de perpetua que habíamos pedido, marca un punto de inflexión" que "no tiene precedentes en la Argentina. Una persona, que ha manejado semejante poder y que ha sido cómplice principal del desmantelamiento del servicio ferroviario, sea condenada por este crimen, nos parece importante".
El dirigente ferroviario Rubén "Pollo" Sobrero declaró a esta Agencia que el veredicto fue "importante" aunque "no es la perpetua que nosotros queríamos". A la vez destacó la importancia que durante el juicio "se haya mostrado lo que sufrimos los trabajadores de todos los sindicatos con estas patotas". Consideró que "ahora tenemos que ver cómo recuperamos el gremio porque se fue Pedraza pero quedó el pedracismo, que es una mafia muy grande, tal cual se vio" en el proceso.
El periodista Diego Rojas, autor del libro "¿Quién mató a Mariano Ferreyra?", dijo que el fallo es "un golpe a la burocracia sindical pero atenuada por una defensa al gobierno por parte del tribunal, que no condenó a cadena perpetua a los asesinos como debería haberlo hecho".
Vilma Ripoll (MST) también se manifestó desilusionada con el fallo "porque todos queríamos perpetua". Dijo que no coincide con el presidente del tribunal de que "el fallo no debe ser ejemplar para la sociedad". Considera que "debe ser ejemplificador porque Pedraza no es el único, sino que hay un sistema de dirigentes sindicales corruptos que son empresarios, que a cambio de un negocio están dispuestos a matar porque tienen el aparato político y la impunidad del poder". La dirigente agregó que "de todos modos el veredicto es una señal porque la próxima vez los sindicalistas van a tener que pensar antes de actuar".

PRESENCIA KIRCHNERISTA EN LA LECTURA DEL VEREDICTO
Que Verbitsky presenciara el veredicto fue entendible porque el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), del que es titular, representa a Beatriz Rial, madre de Ferreyra. No obstante, no deja de ser contradictorio que el Centro conforme la querella en un juicio donde se denuncia la complicidad del poder político kirchnerista -que él apoya y asesora- con el poder sindical del condenado Pedraza.
La presencia más desagradable fue la del diputado kirchnerista Andrés "Cuervo" Larroque, quien siete meses después del crimen de Mariano Ferreyra lideró un violento levantamiento del acampe de los originarios formoseños de la comunidad qom Potae Napocna Navogoh, a plena luz del día en la porteña Avenida de Mayo y 9 de Julio. Como ocurrió en la represión donde mataron al joven militante del P.O, a alguno de sus matones también se le podría "haber ido la mano" en ese brutal desalojo a pacíficos aborígenes, que acampaban con la esperanza de que la presidenta de la Nación los recibiera para manifestar sus demandas. No sólo no los recibió Cristina Fernández de Kirchner, sino que intempestivamente un día llegaron los muchachos de Larroque, destruyeron las carpas de los originarios y, a los golpes y empujones, los obligaron a subir en micros para llevarlos a su comunidad. Ni siquiera los dejaron recoger la ropa y comestibles que la gente les había regalado a lo largo de cinco meses de acampe.
Pero el Cuervo Larroque carece de memoria o se equivocó de sala. Su ausencia en el recinto destinado a los parientes y amigos de los condenados debe haber irritado a Favale. Permaneció de pie a metros de los principales dirigentes del P.O., de referentes de organismos defensores de derechos humanos, familiares y militantes. Se mantuvo erguido, con su cabeza levemente echada hacia atrás, con los brazos cruzados, las piernas firmes y algo separadas. Su postura era desafiante en medio de gente que exigía justicia para un joven luchador social que fue asesinado durante su gobierno.
También se hicieron presentes otros kirchneristas, como Cristina Caamaño, secretaria del Ministerio de Seguridad, la activa María José Lubertino, el metrodelegado Roberto Pianelli y el bonaerense Roberto Baradel, entre otros.

"MARIANO, LA LUCHA POR JUSTICIA NO TERMINA"
El crimen de Mariano dejó al descubierto los graves problemas que enfrentan los trabajadores tercerizados del ferrocarril, donde su sindicato, no sólo no los defiende sino que crea cooperativas para explotarlos, intercede en favor de los intereses de la patronal, contrata a matones para que repriman sus protestas obreras y se ampra en el poder político.
Una segunda etapa de juicio irá contra los responsables políticos, los funcionarios públicos y los directivos de la patronal que quedaron fuera del banquillo. Las querellas (CORREPI y APEL) manifestaron que se investigue las responsabilidades penales que les caben a Juan Pablo Schiavi, Antonio Luna y Aníbal Fernández, así como a los empresarios de la Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria de Emergencia (UGOFE).
José Pedraza deberá afrontar un segundo juicio, donde está acusado de tráfico de influencias y deberá responder si intentó coimear a jueces para obtener su libertad. En esa causa también está imputado un exjuez federal, un supuesto operador y un empleado de la Cámara Nacional de Casación Penal, entre otros.
El Partido Obrero apoya la sustanciación de estos procesos. Será por eso que la última nota publicada en el blog partidario antes del veredicto se titula: "Mariano, la lucha por justicia no termina".

UNA VEZ MÁS, LA MILITANCIA DIJO "PRESENTE"
La militancia del Partido Obrero jugó un papel importante no sólo para mantener en alto la memoria de Mariano Ferreyra, sino también para exigir justicia y castigo a todos los culpables. Desde el mismo momento que mataron al joven, se movilizaron para repudiar el hecho, luego inauguraron centros culturales y partidarios con su nombre, marcharon hacia Plaza de Mayo en los aniversarios de su muerte, organizaron festivales, peñas, algunos participaron en la película "¿Quién mató a Mariano Ferreyra?" y acompañaron todo el proceso judicial.
Desde el jueves al atardecer, junto a diversas agrupaciones de izquierda, los militantes realizaron una vigilia frente a los tribunales que la mantuvieron hasta el viernes pasadas las 21:30, después de escuchar el veredicto por los parlantes instalados en un palco y los discursos de Pitrola, y las abogadas Verdu y Ferrero.
Mientras los furgones del Servicio Penitenciario Federal ya transitaban por la autopista con condenados hacia el penal N° 1 de Ezeiza, un grito rebotó en las paredes de Comodoro Py: "¡Mariano Ferreyra: Presente! ¡Ahora y siempre!".
Con paso lento los militantes emprendieron su retirada. El redoblar de bombos y tambores acompañó su marcha y sus cánticos:
"A Mariano Ferreyra lo vamos a vengar / A Mariano Ferreyra lo vamos a vengar / con la lucha obrera y popular".
"Kirchneristas, kirchneristas / qué vergüenza que me dan / no hay perpetua a Pedraza / y sigue la impunidad".

Fotos: Ojo en Colectivo. Leo Vaca. Enfoque Rojo. LG


José Pedraza saluda a sus parientes y amigos. Foto: Leo Vaca
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Beatriz Rial. Foto: Enfoque Rojo
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Abogada María del Carmen Verdu habla a la militancia luego del fallo. Foto: Enfoque Rojo
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Elia Espen y Mirta Baravalle (Madres de Plaza de Mayo-LF) junto a militante. Foto: LG
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Mirta Baravalle y Elia Espen conversan mientras esperan el veredicto. Foto: LG
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El veredicto en la calle. Foto: Enfoque Rojo
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