Uno de los integrantes de la Cooperativa 1 de Mayo, acusado de instigar los saqueos del 20 de diciembre del 2012 en la localidad patagónica, lleva más de una semana de huelga de hambre seca, en reclamo de salidas transitorias laborales para mantener a su familia y ya comienza a sentir los efectos en su salud. Por ANRed - Sur (redaccion@anred.org)
José Paredes, alias “Mohicano”, es integrante de la Cooperativa 1 de Mayo de Bariloche, y está detenido hace cinco meses acusado de instigar los saqueos masivos que se sucedieron en la ciudad rionegrina y que luego se replicaron en distintos puntos del país. Para poder sostener económicamente a su familia, solicitó un hábeas corpus para salidas laborales, el cual fue rechazado por el poder judicial.
Paredes comenzó la medida de fuerza extrema el domingo 26 de mayo, ya bajó varios kilos de peso y se advierten los estragos en su físico. En diálogo con Agencia de Noticias Bariloche denunció “abandono de persona” y “escasa asistencia médica”. Además detalló: "Sólo un día vino el médico y recién el martes apareció un enfermero. Me dijeron que el médico del Penal III no puede venir por el gasto de la nafta para llegar hasta la Comisaría de Dina Huapi”.
Todos los pedidos de prisión domiciliaria y salidas laborales le fueron negadas por la justicia. Su familia se compone de su esposa y cuatro hijos, los cuales se mantienen sólo con 2200 pesos por mes, que apenas alcanzan a cubrir las necesidades alimenticias.
El cooperativista no tiene antecedentes penales ni estuvo preso antes, sin embargo sus salidas son vetadas, mientras que a otros presos les son permitidas. Según declaró, su situación se debe a su “lucha social” y a ser “una piedra en el zapato del poder político”.El Juez encargado de la causa es Ricardo Calcagno, y la carátula del caso adjudica a Paredes “robo doblemente calificado por el uso de armas impropias y por ser efectuado en poblado y en banda, y extorsión". Aunque el cooperativista repudia que en un acto que supuestamente implica a un poblado sólo cinco personas estén presas.
Mientras los funcionarios políticos de Río Negro se dieron recientemente una recomposición salarial, José Paredes sigue exigiendo el permiso de salidas laborales que le permitan sumar sustento económico a los poco más de 2000 pesos con los que sobrevive su familia.
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