Es imprescindible recuperar una estrategia independiente
En este momento los compañeros del subte respiran aliviados: se logró levantar un paro que venía complicándose y a pesar de todo se obtuvieron puntos reivindicativos sentidos; no fue todo en vano y a pesar de que el reclamo de fondo no está resuelto, sin embargo la lucha no terminó en derrota. Como dijo el propio Pianelli: se obtuvieron unas “migajas”, pero peor hubiera sido nada.
Es ahí donde salta el grave problema de la conducción mayoritaria de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro (AGTSyP) encabezada por Beto Pianelli: la pérdida de su independencia política. Es que Pianelli muestra como un gran punto a favor su adscripción a la CTA oficialista de Hugo Yasky, el ser miembro de Nuevo Encuentro, partido pro k dirigido por el ex intendente de Morón, Martín Sabatella, y el ser abierto simpatizante del gobierno de Cristina Kirchner. Por la base, la traducción de esta ubicación de parte de la dirección mayoritaria del nuevo gremio, se expresa en que muchos compañeros y compañeras simpatizan con el gobierno kirchnerista porque erróneamente opinan que “es gracias a Néstor y Cristina que tenemos las conquistas obtenidas en los últimos años”...
Pero hay más. El hecho es que estos diez días de duro paro, dónde por momentos la solución no parecía venir de ningún lado, deberían hacer reflexionar en qué medida el estar en la órbita del oficialismo político y sindical K trae realmente algún “beneficio” para los trabajadores del subte. Por ejemplo, Pianelli participó en una reunión con Cristina la semana pasada como parte de una visita “protocolar” de la CTA oficialista: ¿en qué ayudó esta visita? En nada. Es más, la propia CTA Yasky brilló por su ausencia durante el conflicto: ¡siquiera fue capaz de sacar una declaración pública de apoyo al mismo! Muchos menos, claro está, osó amenazar con poner en práctica una medida de lucha en apoyo a los compañeros y compañeras del subterráneo que estaban en huelga.
Y el apoyo de Pianelli a los K siquiera ha servido para que la AGTSyP sea reconocida por el estado en manos del gobierno K; solamente se ha logrado la simple inscripción y por esta razón la UTA todavía sigue reivindicando la “representación legal” de los trabajadores del subterráneo, dándole argumentos a todos los enemigos de los trabajadores del subterráneo (la empresa Metrovías, la burocracia de la UTA Macri y el gobierno nacional).
Consecuencia: la responsabilidad sobre el subterráneo de Buenos Aires quedó como en el limbo, situación en la que se encuentra hasta hoy y es la razón por la cual siquiera se ha podido cerrar hasta el momento la paritaria.
En el subterráneo y para resolver el problema de fondo, se debería exigir el cese de la concesión del subterráneo a Roggio y que el servicio pase a manos directamente del estado nacional bajo control y / o administración de los trabajadores. Esto es evidente hasta por el hecho que es el estado nacional el que tiene presupuestariamente más “espaldas”; el que puede encarar el financiamiento de los planes de obras que son necesarios para que el servicio no se siga deteriorando como ocurre a ojos vista. Pero no: como Pianelli es simpatizante del kirchnerismo, ha sido funcional al pase del servicio a la jurisdicción de la Capital Federal, solo en razón de la pelea de los K con Macri por quien aplica el ajuste y el aumento de las tarifas en el servicio del subte.
Es por esto que hace falta un replanteo estratégico general. Hay que colocar en el centro el ¡¡Fuera Roggio!! y plantear que la pelea entre Cristina y Macri es entre políticos patronales, que no es la nuestra. Que la salida de fondo pasa por la reestatización del subterráneo bajo control obrero; que el estado nacional se haga cargo de las inversiones que son cada vez más necesarias y urgentes, y que los trabajadores pasen a controlar la gestión. También que el Ministerio de Trabajo se deje de dar largas al asunto y reconozca la personería gremial a la AGTSyP.
En fin: si los compañeros del subte no quieren ver hipotecadas sus conquistas, hace falta un giro de 180 grados en la orientación del gremio: volver a una estrategia independiente que es realmente la que posibilitó obtener las conquistas que lograron estos años, de otra manera, a partir de ahora, pueden comenzar a vivir derrotas por equivocarse de aliados.
Desde el Nuevo MAS aportamos fraternalmente estas opiniones para colaborar en el debate abierto en las bases y el activismo del subte sobre el balance del conflicto y los desafíos por venir.
--------------------------------------------------------------------------------
[1] Al respecto, son aleccionadoras las declaraciones públicas del hermano de Mariano Ferreyra, Pablo Ferreyra, en un reportaje realizado el último fin de semana en Página 12, dónde a pesar de reconocerse abiertamente como “simpatizante kirchnerista” declara que una de las cosas que no le “cierran” es justamente este compromiso del gobierno de Cristina con el conjunto de la burocracia sindical. Recordemos acá que la UTA, también hace parte de la CGT oficialista o “CGT Balcarce”.
[2] La excusa fue la tragedia del ex Sarmiento a comienzos de marzo de este año; pero la realidad es que hacerse cargo del subterráneo es comprarse un problema dado el nivel del deterioro del servicio, los problemas con la concesión de los Roggio, la tradición de lucha de sus trabajadores, la maniobra de tercerización del ajuste implementada por Cristina y un largo etcétera.
[3] Uno de los argumentos de Pianelli es que “el gobierno de Macri es más débil, entonces es más fácil pelear contra él”. La realidad es que la base electoral del macrismo es cogotuda y de derecha, y, por lo tanto, mucho menos permeable a los reclamos de los trabajadores; por esto, entre otras cosas, Macri ha podido decir que no le importaba que el subte estuviera paralizado, que más le importa la “seguridad” del mismo… Dado su nivel económico, es evidente que su base social no es la más afectada cuando el subterráneo se paraliza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario